miércoles, noviembre 12

Pocos días


Pocos días como el de ayer. El cielo se presentaba despejado con esos agradables colores que el otoño, a pesar de todo lo que se diga del cambio climático y que ya no es como antes, aún nos obsequia; eso la cúpula celeste, pero mi panorama se me revelaba, y aún hoy hay retoques, sumamente lleno posibilidades de tormenta perfecta.


Hay malos días siempre en la vida de cada uno de nosotros; sin embargo creo que también debemos aprender a apreciarlos, a verlos y considerarlos una especie de medicina. A lo mejor poco a poco, porque la medicina a nadie le gusta al primer arribo. Pienso que un mal día puede ser paliativo y recuperador en la medida en que se configura como parteaguas, como un nuevo comienzo, como otro punto distinto desde el cual, queramos o no, nuestra vida transcurre. A veces cuando las cosas marchan con buen ritmo tendemos a pensar que siempre será así, poco espacio damos a la posibilidad de que las nubes se acerquen de tanto en tanto y nos tapen la luz del sol. En ese sentido el ser humano se inclina casi siempre a permanecer a gusto con lo que ya tiene y ha conseguido, y considera ingenuamente, que su vida siempre se mantendrá con el curso lleno de viento favorable y cielos despejados. Somos, hoy como hace más de miles de años, pobres ilusos a los cuales los juegos, ires y venires, de nuestra existencia y la de otros, nos cimbran, nos pegan, nos cambian.

He leído en "Memoria del olvido" que es necesario apreciar los panoramas agrestes, los caminos adversos. Cuanta razón tenía Stevenson, es necesario valorar aquello que al principio nos parece desagradable y a lo que supuestamente no podremos sacarle nada de ventaja. Después de la tormenta vuelve la calma, espero que llegue pronto pues para lo malo escasamente somos conformistas.

1 comentario:

  1. la diferencia entre la palmera y el roble de montaña, es q si bien la palmera goza de sol, buen clima y brisa de mar, mientras el roble frío, viento y sequías, radica en q frente al huracán la palmera saldrá volando mientras el roble permanece.

    la vida esta llena de tanta adversidad como se quiera; me explico, mucho ante la primera adversidad se amilanan, entonces jamas tendrán nuevas adversidades y su carácter y temple serán los de la palmera, pero hayq ver q la vida ni es un carnaval ni un valle de lagrimas, es un lugar al q venimos a aprender, a amar, y el amor y el aprendizaje se curten con la experiencia de vida.

    Nada es para siempre, hay q aprender de lo q nos hace temblar y temer, hay ver en el cielo un espacio para seguir creyendo a pesar de la flaqueza en la Fe, hay q animarse a vivir plenamente y saber vivir la grandiosa experiencia de ser un Ser Humano.

    Un abrazo amigo!

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Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?