domingo, diciembre 26

Diciembre Mágico


Desde algún rincón de la montaña veracruzana

Por motivos de trabajo, un logro importante, utilice una frase de
Colin Powell; un general político estadounidense de la época del
primer Bush parafraseado en un mensaje laboral de motivación por la
victoria conseguida. En dicho acomodo de palabras, se establece que
los sueños no se alcanzan por acto de magia sino por constancia,
esfuerzo y transpiración. Ese fue mi primer contacto razonado con el
asunto de la magia que me ha seguido por algunos días.

Hubo un día, posterior al empleo de la frase, en este inclemente
diciembre de clima variable y que se revela así mismo como un
misterio, en el que el tema de la magia, perdido en mis recuerdos
infantiles, se obstinó en resucitar dentro de la parte más escondida
de mi consciencia.

Dos cuentos de Keret se relacionan a la magia y caí en cuenta de un
patrón del concepto que iniciaba su persecución al terminar de
leerlos. Por un lado, la magia que provoca la mentira de un ángel
ficticio y por otro, aquél entretenedor de niños que de modo
inexplicable encuentra siempre conejos decapitados en su sombrero para
frustración suya y deleite de quienes observan el número mágico como
parte de fiesta infantil. Lo di entonces como un hecho, la palabra
magia había llegado para acompañarme algunos días.

Al otro día, el tercero desde la cita de Powell, al abrir "Reforma" me
encontré con la colaboración de Villoro, cuyo tema se relacionaba a la
persecución de la que ya me empecé a sentir presa. En su relato existe
el amigo adolescente que se desempeña como mago improvisado de corazón
enamoradizo condenado a la caída pronta del telón sin que su mejor
acto pueda realizarse. Un breve recorrido por la relación del
enamoramiento con la magia y de la magia del enamoramiento.

Estas tres referencias no fueron sin embargo las primeras con el tema
de la magia en el mes, pues antes, sin aún relacionarlo al patrón de
la palabra que me rodea, acudí con mis hijos a ver el concepto
encarnado en la historia de Harry Potter y su séptima película. Apenas
ayer, incluso en navidad, Adrián recorría la casa con su nueva y
flamante varita del niño mago lanzando conjuros a diestra y siniestra
esperando que alguno realmente funcionara.

Yo mismo, con tantos miembros de la familia enfermos en casa, espero
que la medicina actue pronto y como por arte de magia los malestares y
las incomodidades desaparezcan con un pase de manos o bien con algunos
misteriosos polvos cósmicos que alguien, amablemente nos ofrezca,
después de tanta visita inútil a diversos médicos.

Magia en los libros, magia en los periódicos, magia en el cine, magia
en la familia, magia como remedio de la enfermedad. Completamente
concuerdo en que la magia, para nosotros los mortales, es un refugio
para nuestros desencuentros y desavenencias. Recurrimos a ella, con la
esperanza de un niño y con una fe primitiva y poco madurada.

Pudiera pensarse que en pleno siglo XXI, con tanta ciencia
escurriéndonos por las narices, el añejo tema de la magia sería ya un
recuerdo arrinconado en el desván de todo aquello que el hombre de hoy
desea omitir. Sin embargo, la magia como concepto, como diversión,
como deseo, como hábito esperanzador, está hoy más de moda que
cualquier colección de otoño-invierno presentada en París.

Si bien la magia es un anhelo, una expresión análoga del
reconocimiento de que en este mundo hay más cosas de las que nuestros
ojos pueden ver, es simplemente el agrado, el gusto y la fascinación
obsesiva por lograr aquello que parece imposible, por vencer las
barreras de la lógica y encontrar consuelo ante lo que nos incomoda o
defrauda.

Bueno, y a todo esto, después de tanto rollo, ¿dónde habrá quedado la
varita esa? No la he probado, quien quita y con mis manos y buenas
intenciones la cosa cambia. Habrá que buscarla sin demora.

jueves, diciembre 2

¿Sueño hecho realidad?




Muy probablemente la mayoría de los adolescentes lo ha deseado. Muchos estarían dispuestos a dar su vida por la posibilidad real de modificar por tiempo indefinido su realidad que se les revela como no grata y considerablemente dolorosa. Y es que puede ser una tentación recurrente, esa idea de un mundo donde todos me digan que y nada se me niegue . A más de uno, seguramente incluso cuando fue adolescente, la idea misma pudiera parecerle considerablemente seductora: ¡cambiar de padres!. Encontrar aquellas personas que no se opongan a mis deseos en lugar de éstos que ahora tengo quienes se esmeran en encerrarme en roles que no me gustan es por demás agradable. Esta idea, por alocada que parezca, pareciera ser la consigna de muchos de los adolescentes que rodean, y brindan sentido, a mi quehacer profesional.

Con una prosa rápida y dirigida a un público determinado, contextualizado a sus reacciones, intereses y preocupaciones, "Cambia de padres", de Terence Blacker, aborda la problemática expuesta arriba en la historia de Danny Bell, un adolescente que recibe un día la propuesta indecorosa de animarse a dejar su familia para encontrar otra que cuadre más con su verdadera postura ante la vida. Danny, espejeado en quien le gustaría ser, se anima a emprender la aventura seductora sin saber que alguien, quiere aprovechar sus deseos en beneficio de otros intereses.

Si bien el texto retrata la inquietud del adolescente ante su familia, esa entidad que por momentos le agrada y por otros le repugna, no nos permite esta historia una contextualización de la realidad de nuestro país y de los adolescentes que aquí han emprendido el viaje de la niñez a la vida adulta y a quienes esta narración pudiera serles significativa. Y es que si bien los adolescentes responden a la etapa de vida con características similares en cualquier latitud, las coordenadas y el código postal pueden someter profundas diferencias respecto lo que se espera de la vida y de la familia en sí misma. No por ello la lectura será ociosa, habría que precisar, sino que puede ser una invitación a la reflexión sobre cómo sería un cambio de padres en nuestro ambiente y contexto, sobre qué situaciones, similares a esta fantasía, podrían cobrar vida en los millones de familias que constituyen nuestro país. 

Danny Bell, en su búsqueda, emprende un viaje que se acompaña también de interioridad. Buscando a otros  encuentra ante sí la pregunta por él mismo; su pesquisa aunque se dirige a descubrir, juzgar y valorar a otros, encuentra en él mismo la respuesta ante sus dudas, inseguridades, anhelos e inquietudes. El viaje, aún a sabiendas que está dotado de la falsa realidad de lo virtual y mediático, le permire encontrarse y volver a mirarse, con mayor conciencia y convicción, y sólo así puede valorar a su familia con el justo medio de quien ya no se deja someter por extremismos sino que es finalista en la lucha por la madurez.

Vale la pena pensar a partir de esta fantasía y aterrizarla a nuestro contexto, hay semejanzas y existen puntos de partida que nos permitirán mirarnos en forma distinta, no mejor que antes, pero sí mucho más integral será nuestra perspectiva. Muchas veces queremos cambiar en otros aquello que no asumimos que tenemos que cambiar en nosotros mismos. Danny Bell, como muchos adolescentes, pueden descubrir que cambiandose a sí mismos pueden hacer que su contexto les sea mucho más agradable e interesante de lo que antes parecía revelarse a su alrededor.

Para a quien esto interese:

BLACKER, Terence., Cambia de Padres., Trad. Isabel González Gallarza., Ed. SM., México., Colección Gran Angular-Alerta roja.,P., 250., ISBN: 978-968-779-177-7




domingo, noviembre 7

El reflejo de un muñeco


Comparto como muchos de mi generación que el primer contacto con esta historia se tuvo por la versión fílmica de Disney. De niño con esa imagen, distorsionada de la verdadera plasmada por el autor original, crecemos pensando en Pinocho como un muñeco de ropas suizas y no italianas. Tal vez por primera vez reflexioné respecto la riqueza de esta fábula moderna por la "Carta a Pinocho" de Albino Luciani, recopilada en "Ilustrisimos Señores" de BAC Editores. Recuerdo con emoción su lectura hace unos años y las reflexiones que en mi ha provocado la suave lectura de la pluma del Cardenal veneciano que a las postrimerías de su vida fungiría como Sumo Pontífice tan sólo 33 días.
Incluso en aquél texto, Luciani se permite recomendar a Pinocho, en vías de alcanzar la adolescencia, que reflexione sobre la historia de otro "muchacho" de apellido Copperfield y nacido de la pluma de Dickens, le pide que pueda conquistarse a sí mismo a partir de las complicaciones del enamoramiento del jóven inglés.
"Pinocho" es la historia de un simpático muñeco de madera que recibe una especie de vida particular, y desde que es consciente de sí mismo fija un ideal que torcidamente persigue a lo largo del cuento: ¡quiere ser un niño de verdad!. Esta gran meta, este gran ideal, se ve impedido por sí mismo en no pocas ocasiones. Que si prefiere la vida alegre a la escuela, que si vende el dinero de los útiles para pagarse diversión, que si es perseguido para robarle las monedas, que si contradice mil y un veces los deseos del hada que como buena hermana y madre lo procura, que si decide irse a la isla del juego eterno y el convertirse en burro es una amenaza que se va concretando, etc. Todos tenemos el recuerdo de cómo las mentiras, además de afectarle el panorama inmediato, le impactan físicamente pues su nariz se incrementa progresivamente en la medida en que se rehúsa a decir la verdad y con eso, irremediablemente, es descubierto y expuesto en su deshonestidad.
Pinocho es por excelencia el paradigma sobre el desarrollo moral y cómo los seres humanos nos relacionamos entre nosotros aplicando ciertos principios éticos y encuadrando nuestra conducta a partir de ciertos valores que consideramos como trascendentes, es decir, como perdurables e importantes a lo largo de nuestra vida. Todos queremos convertirnos en personas de verdad, en carne y hueso, queremos ser personas dignas de ser amadas y con capacidad de amar a otros; sin embargo, en muchas de las ocasiones somos nosotros mismos nuestros principales saboteadores y no estamos dispuestos a pagar el alto precio, de sacrificio y de responsabilidad, que significa ser verdaderamente autónomos  y completamente libres.
En el reflejo de este muñeco podemos sitiar nuestra propia experiencia de la moralidad, y a la que como sociedad fomentamos y procuramos. La sociedad de hoy, en días como estos, hace que el texto original deba rescatarse y la obra de Collodi, el autor, debe ser reconsiderada pues tiene mucho que decirnos. Si no ponemos atención corremos el riesgo de sacarle un ojo al vecino con la punta de nuestra alargada nariz.

Imagen: http://www.guiascostarica.com/pinocho/img/portadalibro.jpg

Imagen: http://www.linguaggioglobale.com/Pinocchio/menu_pinocchio.htm


Para a quien esto interese:

COLLODI, Carlo., Las Aventuras de Pinocho. Otros Relatos., Ed. Fernando Molina Castillo., Trad. Esther Benítez., Ed. Cátedra.Letras Universales., Madrid., 2010., p. 487. ISBN: 978-84-376-2633-8.
Esta edición incluye una profunda introducción y un buen aparato crítico para ir al fondo de los significados y percepciones respecto la obra.

Sobre Carlo Collodi, puede consultarse este breve enlace.

domingo, octubre 31

Lo que compartimos

Foto odel autor Michael D. O´brien en: http://www.ignatiusinsight.com/features/mobrien_thoughtcrime_sept04.asp

Cuando terminé el texto me ocurrió lo mismo que al concluir las dos novelas que he podido leerle en forma previa, sin embargo la sensación duró un poco menos en esta ocasión. Y no es que la novela no cumpla mis expectativas, sino que con la línea argumental del inicio me imaginé otras tantos finales que no sé aún si el final que se propone es el que más me cuadra a mi como lector. 

Si bien " La última escapada" no tiene la elaboración del detalle, en el que se retratan las situaciones como una fotografía que se arma ante el lector cuando éste deposita sus ojos en el texto, si se regodea en la actualidad de un contexto donde las dictaduras y totalitarismos pueden aparecer al hombre de hoy con el bello rostro de la democracia coercitiva. No siempre lo más conveniente será lo mejor parece dejarnos en claro esta historia enmarcada en los bosques de Canadá. 

¿Cuál es el límite de la sociedad y del Estado frente a la familia? ¿Hasta qué punto la educación de los hijos debe equilibrarse con la formación de ciudadanos? ¿La educación de casa es contraria a la educación "formal" y por ello debe dejarse de lado? Debates añejos recordados y expresados en tono de una trama particular, debates para los que aún tampoco existe una respuesta consolidada, sino que cada quien debe trazarse una opinión.

Comparto más de una sensación y emoción con el protagonista. Incluso ha existido quien diga que este espacio es sólo para quejas, al igual como a él le expresan respecto su periódico. Ja! Pareciera una vindicación pero es este ego terrible que a veces no se queda en silencio como debiera. Volvamos al tema. 

Natano, como suele llamarle una cálida familia que lo arropa cuando sus captores apuestan todo por atraparle a él y a sus hijos, es un padre preocupado por sus hijos y eso ya parece indicar la rareza del personaje. Un hombre no dispuesto a "formalizar" a sus hijos, en aras de la "democracia", a costa de su libertad y unicidad como personas dignas de respeto y promoción. 

En nuestros tiempos, en donde el debate sobre la libertad religiosa no ha sido concluído por más que quieran y promuevan algunos, un texto como éste se enmarca no sólo en la reflexión de un concepto sino en la exploración de la vivencia propia de quienes nos asumimos como personas a las cuales la religión nos apoya en nuestro caminar y es sustento donde reside la identidad y la pertenencia a un contexto y espacio determinado. Privar al ser humano de su creencia será siempre un riesgo, y en ocasiones, será la prueba de fuego no para perder aquello por lo que se vive sino para consolidarlo plenamente garantizando la derrota de quienes pretenden anular la vida de la Fe.

Hoy más que nunca, ante situaciones que comienzan a presentarse en mi contexto, me preocupa que con Nathaniel comparto muchas cosas en común, pero a diferencia de él, no veo como poder adentrarme en el bosque con la confianza y la esperanza de poder sobrevivirlo. Me haría falta valor. Pero puede ser, que en una situación límite como ésta que se presenta en la novela algo de Nathaniel Delaney permanezca en mí y me recuerde que, a pesar de todo, la cruz es signo de redención y de encuentro entre hermanos. Que a pesar de la tormenta vendrá la calma como decimos por estas latitudes. 

Para a quien esto interese: 


O´BRIEN, Michael., "La última escapada"., Ed. Libros Libres., Trad. Ignacio Peyró., Madrid., España., 2009., p. 295. ISBN: 978-84-92654-05-5

Sobre el autor puede consultarse su página web

Otros textos del autor reseñados en este espacio: 




viernes, octubre 22

Derrota moral

Y es que no puedo llamarle de otra manera. He creído siempre que cada uno de nosotros tiene a su lado a su peor enemigo. La vida es una lucha constante contra uno mismo, y si te descuidas te destruirás tarde que temprano. No es posible conceder el más mínimo espacio a una contradicción asimilada.

Hace unas pocas horas he escuchado como un querido amigo se ha esmerado en undirse, en degradarse...pasmado como estoy nada puedo hacer más que reflexionar sobre la frágil voluntad humana.

Es increíble como los seres humanos podemos llegar a vivir verdaderamente en existencias paralelas. En una de las vías pareciera que transitáramos con una máscara, y en la otra, libres de cualquier atadura mostramos en ocasiones el rostro poco amable que podemos albergar.

Esto me sirve para aquello que me he propuesto: ¡caminar por un solo rumbo!. Conciliándome y dando seguimiento a mi conducta. Si bien es cierto que tengo muchas influencias, como ahora de este amigo en desgracia de sí mismo, no me queda más alternativa que la de permanecer atento. Si yo soy lo que construyo con mis actos y decisiones espero no tener malos materiales en la obra ni haber dejado volando los cimientos. Si ves algo así, en el que el concreto pudiera tener fisuras, y no me percato por favor ayúdame señalando el detalle antes de que se me derrumbe el edificio.

jueves, octubre 14

Recién desempacado



Acabadito de llegar desde Barcelona, en exclusiva gracias a Nora y a Roberto recibo, tengo en mis manos este libro. 

Espero pronto su lectura, que siendo únicamente de 300 páginas, me llevará pocas sentadas, para así poderles comentar en primicia sobre novela apasionante de O´Brien como han sido El Padre Elías, y El Librero de Varsovia.

Nomás dejó la información de la contraportada para ir metiendo intriga e interés. 

"Nathaniel Delaney dirige un modesto periódico local, muy incómodo para el poder establecido porque denuncia, incansable, la deriva del Gobierno hacia un disimulado totalitarismo que impone a todos los niveles, incluso en la escuela, una ideología de apariencia benéfica. Cuando las autoridades del país decidan eliminar ese foco de disidencia, la vida de Nathaniel y sus hijos experimentará una tensión imprevista, un acoso brutal que pondrá a prueba la solidez de los lazos familiares, de la amistad y del amor, obligándole a encontrar la verdad sobre sí mismo. Será el momento de tomar decisiones difíciles, tal vez dramáticas."

jueves, octubre 7

Verdad de Perogrullo

http://www.elmundo.es/elmundo/2006/12/27/ciencia/1167210714.html



Escribe y canta Calamaro: 

Hay días para quedarse a mirar,
hay días en que hay poco para ver,
hay días sospechosamente Light,
hay un deseo que pido siempre que pasa un tren.  
 Hoy es justo uno de esos días en que poco puede observarse. Es una de esas jornadas, pues esta no es la primera así vivida, en que la existencia parece pesar más que esos 21 gramos que, tan controvertidamente, se asignan al alma humana. 

Me he ido convenciendo, conforme la edad avanza, de la certeza que se revela en aquella frase trillada "la vida no es fácil". Pareciera verdad de Perogrullo, pero sobre ella hoy gira mi reflexión aprovechando lo poco que da el día para mirar. 

Entiendo la vida, por lo menos la mía, como un conjunto de situaciones organizadas y concatenadas que exigen al unísono, como si fueran una sola cosa. una respuesta coherente e integral de quien las vive. Esta respuesta la mayoría de las veces tiene la categoría de "urgente" y no admite demora alguna, es premura en estado químicamente puro.

Sin embargo es adecuado llamar al pan pan y al vino vino y reconocer que la respuesta no siempre se brinda;  siendo nosotros seres frágiles, de voluntad quebradiza, gustamos del disfrute que provoca el intento de fuga. Intento por demás siempre condenado a no materizalizarse. La decisión no asumida, la elección no pronunciada, también se deleitará en perseguirnos y aceptará el juego de la huida que indiscretamente le proponemos. 

El hecho mismo me trae a la mente aquella imagen, construida por diversas lecturas y por no pocas películas, de la ceremonia de cacería de la campiña inglesa de añejas épocas victorianas. Deseamos ser el astuto zorro y tentar al destino, retándolo. Gustamos de la adrenalina que prodiga generosamente el arte del escondite ante la realidad del saberse asediado. Sentir casi en la nuca, las pisadas, ladridos, gruñidos, resoplidos incluso, de aquellas elecciones postergadas puede incluso parecer atractivo a no pocos escapistas. Sin embargo, a diferencia del pequeño y escurridizo zorro que en ocasiones contadas puede salir librado, se llegará el momento de la captura. 

En este punto difícil cae sobre nuestros hombros el dato fidedigno de que nunca el escape fue una posibilidad real y nos advertimos en movimiento, siendo trasportados en las fauces jadeantes de nuestras decisiones negadas que finalmente nos han dado alcance. Así, rendidos y sin fuerza para otro escape, somos llevados directamente con el Cazador, pues las sabuesas elecciones rinden a Otro cuentas. Él será quien decididirá nuestra suerte, gustenos o no, con la única medida posible: ¡nosotros mismos!

El destino se hace manifiesto en los actos efectuados o no realizados; nuestro paso por estas latitudes es a penas un breve suspiro en la respiración más prolongada, dentro de dicha exhalación caben todas aquellas opciones que no asumimos, todos aquellos caminos que no transitamos, donde se reflejará aquello que hicimos con nosotros mismos y donde se nos pondrá de manera completa nuestras virtudes y vicios, debemos trabajar porque la balanza se incline más por los primeros.

Pienso todo esto cuando no hay mucho que observar, pero...mmm...algo se escucha...¡son trompetas!, y parecen acercarse a velocidad, no tengo mucho tiempo...espero esquivarles una vez más para poder encontrar solución a estas ideas que no dejan de seguirme...¿Hasta cuándo?...

lunes, octubre 4

Primer reporte: biblioteca familiar


Parte de cuentas: ¡Las primeras fichas!

Adri, quiere que la biblioteca sea de todos y que todos puedan entrar, le he explicado que sería un poco difícil y que Mamá nos cuelga a los tres si le metemos de esos bichos raros a los que les gustan los libros (ya con tres entusiastas las 24 horas es mucho pedir).Se nota que en la escuela ha practicado pues coloca en la ficha los datos más relevantes.

Ale, se coló y también trato de hacer su ficha. Él también quiere participar en esta aventura poco habitual, y para él la biblioteca es de Gusi, su hermano mayor. 

Pablo, dormía y comía, y molestaba a Mamá, mientras nosotros escribíamos.

Resultado del primer día: 2 fichas por niño, y el papá en algo pudo avanzar...nos falta meternos al tema de la clasificación y estantería, pero como dicen por ahí a cada santito le llega su fiesta.

jueves, septiembre 30

Proyecto biblioteca familiar

Foto obtenida de: http://bibliotecaponce.files.wordpress.com/2009/12/book_house.jpg 


Adri, en su nueva escuela, ha tenido la oportunidad de acercarse a revisar libros. No sólo en cuanto a revisar el texto en la lectura sino comprendiendo la importancia del orden que de estas herramientas puede tenerse, su clasificación y organización. Le han dejado de tarea algunas fichas bibliográficas de libros que tenga y se nos ha ocurrido una idea: ¡empezaremos a ordenar nuestros libros!. Aprovecharé para poner en orden los míos (ese gran anhelo surge de nuevo), y para ayudarle a ir ordenando los suyos que ya no caben en un pequeño librero. Que conste que no fue influencia mía, vino de la escuela y me siento humanamente obligado a apoyar tan destacable iniciativa

La casa se irá paulatinamente conviertiendo en biblioteca, aunque nadie sospeche. Será una misión interesante. Ya les contaré por acá como nos va cuando tengamos un avance considerable. El domingo es la primera sesión, se acepta buena vibra. 

sábado, septiembre 25

Sensaciones de impotencia

Foto: http://jitanjafora-calambur.blogspot.com/2009/03/cero-frustracion.html

Tal vez la impotencia, ese saberse poco útil ante la urgencia, sea un detonante de una cantidad mayor de sentimientos y emociones que se entrelazan al son de la desesperación. 

Hay impotencia que puede de alguna manera canalizarse y enfrentarse. Lo he vivido en carne propia ante la enfermedad de mi hijo más pequeño. Verle canalizado en un cuarto de hospital, lamentándose por cada una de las complicaciones que sufrió y después esperarle afuera del cuarto donde le realizaron una punción lumbar escuchando su llanto intenso, ininterrumpido en 20 minutos, realmente me partió. 

Sin embargo, ante esa situación no queda más que acogerse al médico y a su capacidad, además del cuerpo de enfermería, que tan buena atención nos proporcionó. 

La impotencia, ante la urgencia de atención, que no pude manejar fue encontrarme con la burocracia en las farmacias. Me queda claro que es una medida necesaria para prevenir la automedicación, pero como siempre los mexicanos gustan del trámite sobre el trámite. En toda farmacia visitada está el bonito letrero de que no se surtirá sin receta médica, pero ojalá pudieran poner un cartelón con los requisitos que precisan en la receta. Fue una travesía que pudieron evitarme, y evitarle a mi familia. Se invirtió tiempo y más de una vuelta innecesaria. 

En una me pedían sello del hospital, en otra firma del médico, en otra dirección del hospital, en otra sello del médico. Historia de nunca terminar. En toda farmacia te deben pedir lo mismo, en toda farmacia debería tenerse con claridad los requisitos para que pueda uno mismo revisar al médico. Como siempre en lugar de regular al proveedor se regula al consumidor. Esa impotencia si no es admisible, pues sé que a diferencia de la enfermedad, tenía más formas de evitarse. 

¿Cuánto sufren aquellos que no tienen puerta de entrada con un médico especialista?, a fin de cuentas la pediatra nos apoyo extraordinariamente, pero no puedo imaginarme el calvario de aquél padre, aquella madre, que asiste a una farmacia para comprar un medicamento que marca la diferencia entre la vida y muerte de uno de sus hijos y se encuentra con la más estúpida  burocracia y la imposibilidad de salir adelante de este penoso trance. Esa impotencia no es digerible, me den la razón que me den.


domingo, septiembre 19

Una luz en la oscuridad

Para conmemorar la beatificación del Cardenal Newman acaecida el día de hoy en ceremonia presidida por Su Santidad Benedicto XVI, transcribo un hermoso texto que ha sido remitido a mi correo electrónico el día de hoy.

Imagen obtenida de: http://santaiglesiamilitante.blogspot.com/2009/07/sera-beatificado-el-cardenal-newman.html
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En la mañana del lunes 12 de mayo, Newman fue al Palazzo della Pigna, la residencia del Cardenal Howard, que le había cedido sus apartamentos para recibir allí al mensajero del Vaticano que traía el Biglietto de parte del Cardenal Secretario de Estado, informándole que en un Consistorio secreto, que había tenido lugar esa misma mañana, el Santo Padre le había elevado a la dignidad de Cardenal.

A las once en punto, las habitaciones estaban llenas de católicos ingleses y americanos, tanto eclesiásticos como laicos, y también muchos miembros de la nobleza romana y dignatarios de la Iglesia, reunidos para ser testigos de la ceremonia. Poco después del mediodía fue anunciado el mensajero consistorial.

Al entrar entregó el Biglietto en manos de Newman, quien, después de romper el sello, lo pasó a Mons. Clifford, obispo de Clifton, el cual leyó el contenido en voz alta. Luego, el mensajero informó al nuevo Cardenal que Su Santidad lo recibiría en el Vaticano a las diez de la mañana del día siguiente, para conferirle la birreta cardenalicia. Después de los acostumbrados cumplidos, Su Eminencia el Cardenal John Henry Newman pronunció el siguiente discurso, que desde entonces es conocido como Biglietto Speech. El primer párrafo lo pronunció en italiano:

“Le agradezco, Monseñor, la participación que me hecho del alto honor que el Santo Padre se ha dignado conferir sobre mi humilde persona. Y si le pido permiso para continuar dirigiéndome a Ud., no en su idioma musical, sino en mi querida lengua materna, es porque en ella puedo expresar mis sentimientos, sobre este amabilísimo anuncio que me ha traído, mucho mejor que intentar lo que me sobrepasa.

En primer lugar, quiero hablar del asombro y la profunda gratitud que sentí, y siento aún, ante la condescendencia y amor que el Santo Padre ha tenido hacia mí al distinguirme con tan inmenso honor. Fue una gran sorpresa. Jamás me vino a la mente semejante elevación, y hubiera parecido en desacuerdo con mis antecedentes. Había atravesado muchas aflicciones, que han pasado ya, y ahora me había casi llegado el fin de todas las cosas, y estaba en paz.

¿Será posible que, después de todo, haya vivido tantos años para esto? Tampoco es fácil ver cómo podría haber soportado un impacto tan grande si el Santo Padre no lo hubiese atemperado con un segundo acto de condescendencia hacia mí, que fue para todos los que lo supieron una evidencia conmovedora de su naturaleza amable y generosa. Se compadeció de mí y me dijo las razones por las cuales me elevaba a esta dignidad. Además de otras palabras de aliento, dijo que su acto era un reconocimiento de mi celo y buen servicio de tanto años por la causa católica, más aún, que creía darles gusto a los católicos ingleses, incluso a la Inglaterra protestante, si yo recibía alguna señal de su favor. Después de tales palabras bondadosas de Su Santidad, hubiera sido insensible y cruel de mi parte haber tenido escrúpulos por más tiempo.

Esto fue lo que tuvo la amabilidad de decirme, ¿y qué más podía querer yo? A lo largo de muchos años he cometido muchos errores. No tengo nada de esa perfección que pertenece a los escritos de los santos, es decir, que no podemos encontrar error en ellos. Pero lo que creo poder afirmar sobre todo lo que escribí es esto: que hubo intención honesta, ausencia de fines personales, temperamento obediente, deseo de ser corregido, miedo al error, deseo de servir a la Santa Iglesia, y, por la misericordia divina, una justa medida de éxito.

Y me alegra decir que me he opuesto desde el comienzo a un gran mal. Durante treinta, cuarenta, cincuenta años, he resistido con lo mejor de mis fuerzas al espíritu del liberalismo en religión. ¡Nunca la Santa Iglesia necesitó defensores contra él con más urgencia que ahora, cuando desafortunadamente es un error que se expande como una trampa por toda la tierra! Y en esta ocasión, en que es natural para quien está en mi lugar considerar el mundo y mirar la Santa Iglesia tal como está, y su futuro, espero que no se juzgará fuera de lugar si renuevo la protesta que hecho tan a menudo.

El liberalismo religioso es la doctrina que afirma que no hay ninguna verdad positiva en religión, que un credo es tan bueno como otro, y esta es la enseñanza que va ganando solidez y fuerza diariamente. Es incongruente con cualquier reconocimiento de cualquier religión como verdadera. Enseña que todas deben ser toleradas, pues todas son materia de opinión. La religión revelada no es una verdad, sino un sentimiento o gusto; no es un hecho objetivo ni milagroso, y está en el derecho de cada individuo hacerle decir tan sólo lo que impresiona a su fantasía. La devoción no está necesariamente fundada en la fe.

Los hombres pueden ir a iglesias protestantes y católicas, pueden aprovechar de ambas y no pertenecer a ninguna. Pueden fraternizar juntos con pensamientos y sentimientos espirituales sin tener ninguna doctrina en común, o sin ver la necesidad de tenerla. Si, pues, la religión es una peculiaridad tan personal y una posesión tan privada, debemos ignorarla necesariamente en las interrelaciones de los hombres entre sí. Si alguien sostiene una nueva religión cada mañana, ¿a ti qué te importa? Es tan impertinente pensar acerca de la religión de un hombre como acerca de sus ingresos o el gobierno de su familia. La religión en ningún sentido es el vínculo de la sociedad.

Hasta ahora el poder civil ha sido cristiano. Aún en países separados de la Iglesia, como el mío, el dicho vigente cuando yo era joven era: “el cristianismo es la ley del país”. Ahora, en todas partes, ese excelente marco social, que es creación del cristianismo, está abandonando el cristianismo.

El dicho al que me he referido se ha ido o se está yendo en todas partes, junto con otros cien más que le siguen, y para el fin del siglo, a menos que interfiera el Todopoderoso, habrá sido olvidado. Hasta ahora, se había considerado que sólo la religión, con sus sanciones sobrenaturales, era suficientemente fuerte para asegurar la sumisión de nuestra población a la ley y al orden. Ahora, los filósofos y los políticos están empeñados en resolver este problema sin la ayuda del cristianismo. Reemplazarían la autoridad y la enseñanza de la Iglesia, antes que nada, por una educación universal y completamente secular, calculada para convencer a cada individuo que su interés personal es ser ordenado, trabajador y sobrio.

Luego, para el funcionamiento de los grandes principios que toman el lugar de la religión, y para el uso de las masas así educadas cuidadosamente, se provee de las amplias y fundamentales verdades éticas de justicia, benevolencia, veracidad, y semejantes, de experiencia probada, y de aquellas leyes naturales que existen y actúan espontáneamente en la sociedad, y en asuntos sociales, sean físicas o psicológicas, por ejemplo, en el gobierno, en los negocios, en las finanzas, en los experimentos sanitarios, y en las relaciones internacionales. En cuanto a la religión, es un lujo privado que un hombre puede tener si lo desea, pero por el cual, por supuesto, debe pagar, y que no debe imponer a los demás ni permitirse fastidiarlos.

El carácter general de esta gran apostasía es uno y el mismo en todas partes, pero en detalle, y en carácter, varía en los diferentes países. En cuanto a mí, hablaría mejor de mi propio país, que sí conozco. Creo que allí amenaza con tener un formidable éxito, aunque no es fácil ver cuál será su resultado final. A primera vista podría pensarse que los ingleses son demasiado religiosos para un movimiento que, en el continente, parece estar fundado en la infidelidad.

Pero nuestra desgracia es que, aunque termina en la infidelidad como en otros lugares, no necesariamente brota de la infidelidad. Se debe recordar que las sectas religiosas que se difundieron en Inglaterra hace tres siglos, y que son tan poderosas ahora, se han opuesto ferozmente a la unión entre la Iglesia y el Estado, y abogarían por la descristianización de la monarquía y de todo lo que le pertenece, bajo la noción de que semejante catástrofe haría al cristianismo mucho más puro y mucho más poderoso. Luego, el principio liberal nos está forzando por la necesidad del caso.

Considerad lo que se sigue por el mismo hecho de que existen tantas sectas. Se supone que son la religión de la mitad de la población, y recordad que nuestro modo de gobierno es popular. Uno de cada doce hombres tomados al azar en la calle tiene participación en el poder político, y cuando les preguntáis sobre sus creencias representan una u otra de por lo menos siete religiones.

¿Cómo puede ser posible que actúen juntos en asuntos municipales o nacionales si cada uno insiste en el reconocimiento de su propia denominación religiosa? Toda acción llegaría a un punto muerto a menos que el tema de la religión sea ignorado. No podemos ayudarnos a nosotros mismos.

Y, en tercer lugar, debe tenerse en cuenta que hay mucho de bueno y verdadero en la teoría liberal. Por ejemplo, y para no decir más, están entre sus principios declarados y en las leyes naturales de la sociedad, los preceptos de justicia, veracidad, sobriedad, autodominio y benevolencia, a los que ya me he referido. No decimos que es un mal hasta no descubrir que esta serie de principios está propuesta para sustituir o bloquear la religión.

Nunca ha habido una estratagema del Enemigo ideada con tanta inteligencia y con tal posibilidad de éxito. Y ya ha respondido a la expectativas que han aparecido sobre la misma. Está haciendo entrar majestuosamente en sus filas a un gran número de hombres capaces, serios y virtuosos, hombres mayores de aprobados antecedentes, y jóvenes con una carrera por delante.

Tal es el estado de cosas en Inglaterra, y es bueno que todos tomemos conciencia de ello. Pero no debe suponerse ni por un instante que tengo temor de ello. Lo lamento profundamente, porque preveo que puede ser la ruina de muchas almas, pero no tengo temor en absoluto de que realmente pueda hacer algún daño serio a la Palabra de Dios, a la Santa Iglesia, a nuestro Rey Todopoderoso, al León de la tribu de Judá, Fiel y Veraz, o a Su Vicario en la tierra. El cristianismo ha estado tan a menudo en lo que parecía un peligro mortal, que ahora debemos temer cualquier nueva adversidad. Hasta aquí es cierto.

Pero, por otro lado, lo que es incierto, y en estas grandes contiendas es generalmente incierto, y lo que es comúnmente una gran sorpresa cuando se lo ve, es el modo particular por el cual la Providencia rescata y salva a su herencia elegida, tal como resulta. Algunas veces nuestro enemigo se vuelve amigo, algunas veces es despojado de esa especial virulencia del mal que es tan amenazante, algunas veces cae en pedazos, algunas veces hace sólo lo que es beneficioso y luego es removido. Generalmente, la Iglesia no tiene nada más que hacer que continuar en sus propios deberes, con confianza y en paz, mantenerse tranquila y ver la salvación de Dios. “Los humildes poseerán la tierra y gozarán de inmensa paz” (Salmo 37,11).[1]


Su Eminencia habló con voz fuerte y clara, y aún cuando estuvo de pie todo el tiempo no mostró signos de fatiga.

El texto fue telegrafiado a Londres por el corresponsal del “The Times” y apareció completo en el periódico al día siguiente. Más aún, gracias a la bondad del Padre Armellini, S.J., que lo tradujo al italiano durante la noche, salió completo en “L’Osservatore Romano” del día siguiente.

Traducción y comentario Fernando María Cavaller. Tomado de Catholic Net, para ver el texto completo da un clic aquí.

(1) El texto original está en My Campaign in Ireland, Aberdeen, 1896, pp.393-400.

Comentarios al editor de la Revista Humanitas: info@humanitas.cl

miércoles, septiembre 8

El futuro como problema

Foto obtenida en: http://hunna.org/wp-content/uploads/2010/08/futuro.jpg
Tendemos siempre a preocuparnos más por lo vendrá que por lo que ahora tenemos entre manos. No sé desde cuando la humanidad funcione con este patrón, creo que incluso es un mecanismo de defensa aún no descubierto por la psicologizante idea de que todo tiene que ver con la terapia. No lo sabré nunca. 

Los mexicanos hemos acuñado una frase que retrata nuestra incongruencia: "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". La cosa es que a nadie le gusta el hoy, y todos son partidarios del mañana. Esta situación, bastante humana por cierto, se nos presenta sobre todo en la política mexicana, esa especie de laboratorio social donde pueden estudiarse las bacterias y subsistemas más exquisitos por su complejidad y su tendencia antropomorfa y antropófaga constante. Un biólogo, de seguro, puede llegar al orgasmo pensando en un microscopio capaz de contar con  una lente que le permita ver, estudiar, y analizar tal mini-realidad.

Pongamos un ejemplo fabulesco. Tenemos un líder político de cierto pelo, imagínalo lector, lectora querida,  del color y estatura que gustes. Un buen día consigue algún hueso y no ha terminado de roerlo cuando codiciosamente está pensando en el siguiente, de tal forma que desperdicia lo que aún tiene entre manos y al que pudo aún sacarle más "carnita", ese alimento va directo a la basura, se pierde, se derrocha. Al recibir el hueso de sus anhelos, apenas en las segunda lamida, se encuentra con lo que él realmente desea es ese otro hueso que tiene el político que tanto aborrece, y que se sitúa en la banqueta de enfrente. Surge un pensamiento entonces:  "¡yo también puedo tenerlo, es más yo merezco tenerlo!". Acto seguido, deja sobre la acera el segundo hueso alcanzado y se lanza en la búsqueda del siguiente. Cadena sin fin de desgracias, injusticias y a fin de cuentas "vanidad de vanidades".

Ejemplo real. Presidente municipal que es candidato a diputado local, luego diputado federal, luego candidato a gobernador, que como no alcanza es senador, y nuevamente recarga las pilas pa ser gobernador, esperando de por medio un puesto en gabinete, y por qué no pensar en "la grande". Este bonito personaje viene en todos los colores y presentaciones, los empaques cambian, pero también luego los empaques pueden fusionarse, o el muñeco nomás por que se le hinchan cambia de aparador.  Este brinco, si es letrado el individuo, es como decirse a sí mismo: "total, el único que es aborrecible por cambiar de partido como de calzones es Santa Anna en este país, y entre él y yo hay un universo de distancia" (Aquí, en un mundo ideal,  debería sonar una chicharra de concurso televisivo y el locutor decirle a grito pelado en la oreja donde más escuche: "FALSO, son igualitos"). A fin de cuentas quien se promociona a sí mismo por encima de la patria no es más que un vulgar santanilla con ganas de trascendencia. Avísenle, si conocen a alguno, que siempre la trascedencia será cuestionable.

Toda esta diatriba viene a cuento por el informe del encopetado hace algunos días. Seguramente, este día, pasará a la lista de festividades como el "día nacional de la caballera apelmazada". En dicha jornada, y las que le han seguido, sólo se ha hablado del futuro y se ha despreciado el presente. Los políticos, los representantes de la opinocracia, los medios electrónicos e impresos y sus urracas, no pocos empresarios prominentes, y muchas de esas así llamadas "figuras públicas" han orientado sus siempre sabias e interesantes reflexiones al 2012. Todo es ya 2012, y eso es igual de patético que descubrir productos de navidad en pleno septiembre. Quienes asumen que el único problema es el futuro literalmente escupen sobre lo que le resta al año y a quienes esperamos algo de los meses aún por venir; nos escupen directamente a la cara a quienes tratamos de construir el día a día con no pocos esfuerzos y sacrificios. Por hacer cábalas y suposiciones de cosas que bien pueden ni suceder se pierde el foco que alumbra los pasos de cada día. Por tratar de hacer lo de mañana se condena lo que se hace hoy. Como recuerdo la alegoría del pan que a la puerta del horno se nos quema, como dice Vallejo en los Heraldos Negros que nos manda la muerte.

Todo político mexicano dedicado a servirse de México es de suyo un heraldo negro, de esos que avisan calamidades. Pienso como Platón que la república debería ser dirigida por seres pensantes y no por individuos viscerales de relamidas cabelleras y mañas envueltas en finos modales.

¿Algún día este país se levantará o seguiremos de rodillas, como hemos estado desde el momento en que nacimos, por el capricho de algunos pocos? Señoras y señores, realmente la vida no es justa. Hagamos algo para que pueda mejorar, pero hagámoslo hoy y no mañana.

sábado, septiembre 4

¿Cuándo hemos tenido algo que celebrar?

Ya mucha tinta se ha derramado y continuará, gota a gota, culminándose. Que si debemos festejar, conmemorar, celebrar, alegrarnos. Que como festejar en estos tiempos difíciles. Que por qué tanto gasto, que si los huesos, que si los coordinadores, que si la propuesta. Pocas voces a favor, en voz muy queda, tratan de defender el gusto de la fiesta frente a los detractores. Recuerdo el cuento de Martín Luis Guzmán y me convenzo que, a lo mejor, la única fiesta que enciende el ánimo es "la fiesta de las balas" a que tanto, y durante tanto tiempo, nos hemos inclinado. Ahora no es la excepción.

En el tema de los 200 años de independencia y los 100 años de revolución tampoco hay acuerdo entre los mexicanos como no se pueden acordar otros grandes temas, en muchas ocasiones ni siquiera dialogar. Si concedo que estamos en un tiempo polarizado y poco inclinado a dirimir diferencias. Hay pocas voces que llaman a la unidad, en momentos como este los así llamados "intelectuales" tendrían que mostrar nuevos caminos. A veces creo que nuestros "intelectuales" también son de muy tercer mundo y con poca altura de miras.

 No considero que debamos recurrir al "tlatoani" o al "caudillo" para encontrar un retorno a un pasado maléfico, deberían existir no pocos liderazgos que en conjunto nos ofrecieran un nuevo panorama. Nuestra clase política se queda corta, al igual que los principales medios de comunicación y sus voceros. ¿Donde entonces encontrar una nueva alternativa?

En este México sumido en conflictos, como pocas veces, me percato de que las oportunidades y nuevos retos existen y que "sí se puede" (por lo menos se puede más que en el fútbol), pero que no es fácil cultivar en tierra tan seca y con mulas tan ariscas.

Pero, por otro lado, a quienes critican el festejo presente yo sólo pregunto ¿qué se festejaba antes? México, desde que nació, salvo ciertos periodos, siempre ha sido convulso y si nos pusieramos rigoristas la verdad es que hemos tenido pocos pretextos para celebrar antes y entonces ¿por qué no hacerlo ahora?

jueves, agosto 26

Tiempos difíciles y ríspidos

Nuevamente una sacudida. La certeza, las creencias, la fe, parecen ponerse a prueba por los desafíos del contexto. El tiempo transcurre y los cambios, vertiginosos, no brindan espacio considerable para una reflexión profunda respecto lo que nuestros ojos ven pero nuestra razón no alcanza plenamente a comprender.

Con tristeza puede verse como se atenta contra ciertos principios que antes no tenían que defenderse, y ahora se defienden como esas "causas perdidas" de la anécdota que Llano cuenta sobre la visita de Borges a una universidad sudamericana. Lo recuerdo como si fuera ayer: "los caballeros defendemos únicamente causas perdidas", resuenan las palabras en mi memoria y me parece ver entre sombras las páginas pasando entre mis dedos hace más de 7 años.

¿Es que el tema está cerrado? No lo creo, pero si considero que debatir parece ocioso pues uno tiene que aceptar forzosamente la perspectiva "modernista" de la mayoría, que no permite, ni siquiera concede, a nuestra "minoría" la más sencilla de las explicaciones. Basta decirse "católico" para que los argumentos que uno pueda esgrimir caigan por su propio peso ante el juicio de quienes piden tolerancia pero no la ofrecen. A la Iglesia, y a quienes la conformamos, se nos exige lo que la sociedad con aroma laicista no está dispuesta a a demostrar con sus propios actos. 

Cierto, las expresiones de algunos miembros de la jerarquía no fueron adecuadas y no abonan al proceso. Pero también los políticos que presumen hombría en sus testículos, mucho menos apoyan la construcción de un debate abierto y razonable. Ni uno ni otro, no exijo a mi lector tomar partido. Pero sí diré que me parece delicada la superficialidad que se ha impreso en cada decisión y pronunciamiento sobre el tema. A fin de cuentas, esos hijos que serán adoptados no serán los míos, parecen decir muchos que conceden con tal de verse "políticamente correctos". ¿Por qué en esto no se abre el espectro de opiniones a todos los que puedan decir algo sobre el tema? No creo que sea conveniente para los intereses que persiguen y por ello nuestra opinión y postura es fácilmente relegada.

Vivimos ya, como Raztinger lo auguraba en la "Introducción al cristianismo", tiempos de contracción en la Iglesia. Recuerdo el rescate de la historia del payaso y el circo que el mismo retoma de otro pensador. Veo un clima que se retrata muy bien en novelas de ficción aquí comentadas anteriormente. Seremos cada vez más pocos los que defendamos una aparente "causa perdida", pero sólo el tiempo y lo que estas decisiones generen podrán darnos la justificación de emprender cruzadas que otros miran con sorna.

Sin embargo siendo "pocos" a ojos de los que detentan el poder, somos muchos los que estamos dispuestos a pagar con nuestros actos y decisiones las consecuencias de nuestra congruencia. Somos muchos quienes estamos con y para la Iglesia, poniendo a sus pies, nuestras capacidades y aptitudes. Porque queremos una Iglesia mejor podemos reconocer sus errores, aceptar sus limitaciones, pero confiar en el soplo del Espíritu que la anima y orienta desde hace más de 2,000 años. Pienso como Chesterton, y lo afirmaré cada que pueda: "Sólo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo".

El que tenga oídos, que oiga.

viernes, agosto 6

Espacio vital

Alguna vez leí, no recuerdo si con Donati o con Buttiglione, que la familia constituye el hábitat del ser humano. Ahora, que he formado mi propia familia y en ella transcurre mi vida, me percato del fenómeno de la distancia y de como éste se supedita ahora a mi propio espacio vital. Mi familia es el espacio adecuado donde puedo desarrollarme completamente, pocos "sitios" me han ofrecido tal seguridad y pertenencia que ahí se me brinda.

Hace años, por mi trabajo, profesión y asuntos profesionales, viajé por no pocos lugares del país. Visitando y disfrutando, conociendo y aprendiendo lo que podía por el camino. Grandes años y grandes experiencias. Pero ahora es bien diferente, hoy sé que mi mejor aprendizaje está al lado de mi esposa y de mis hijos, cualquier viaje que me lleva a otra latitud me parece de suyo poco atractivo pues no tengo la oportunidad de emprender el camino a su lado. 

La vida en familia, cuando se da con el esfuerzo de quienes la integran, es verdaderamente el sitio que mejor conviene al ser humano, en el que mejor se desenvuelve y puede plenamente ser. Me queda claro con estos días de actividad y rutina diversa. Es a su lado donde todo dimensión cobra especial significado. Me siento privilegiado de que cuento con un sitio y refugio configurado por los brazos, la mirada, la sonrisa, la energía, la reflexión y el amor. ¡Ya falta poco para vernos!

martes, julio 20

Caminando por el camino




Lo más probable es que este texto me ha impactado profundamente porque resume en buena parte la etapa de vida que he iniciado hace algunos años. La preocupación y el temor sobre la posibilidad de que una catástrofe ocurra no es el primordial interés de mi alerta, lo verdaderamente atemorizante es que la catástrofe ponga a los míos en peligro. ¿Hasta donde se llevaría la propia vida en función de mantener la vida de quienes se ama? Ese es el verdadero límite que la paternidad y el matrimonio para mí reviste. Es ese acto de dejarse en función de no dejar a otros, a esos otros que son tan míos como lo son quienes en la historia portan el fuego y, sin saberlo, salvaguardan la humanidad después de su aparente destrucción.

No pretendo hacer una reseña del libro, simplemente lo recomiendo a aquellos lectores que gustan de encontrar significado en las letras que se devoran con los ojos. Creo que todo lector puede encontrar un punto común con su vida, pero tal vez, en forma especial habría que sugerirlo para quienes ya son padres y para quienes lo serán; probablemente, alguien ajeno a esta realidad profunda de la vida no le encuentre un sentido tan arraigado en los propios temores e incertidumbres que significan los hechos tangibles de traducir el mundo y proteger de sus peligros a quienes nos han sido encomendados. 

Paternidad significa , por lo menos para mí, la posibilidad de comunicar a los hijos la realidad del mundo en las palabras en que pueda comprenderse de la mejor forma. Dar nombre a las cosas nos asemeja al primer padre en la tradición judeo cristiana. Adán nombró a los habitantes del edén, y de modo similar los padres respondemos a las dudas de los hijos definiendo, clasificando, decodificando, simplificando, y en ello muchas veces perdiéndonos en nuestras propias complejidadades. Paternidad como traducción que también incluso alcanza a proteger, probablemente no de todos los peligros, pero sí, de uno grande: la inseguridad. Ser papá es ser la roca detrás de la cual los hijos pueden resguardarse, es brindarles un punto de equilibrio desde el cual puedan reconocerse y aprender a caminar por su propia cuenta. Como roca uno debe ser inamovible, la firmeza debe traducirse, nuevamente ese medio de aprendizaje que podemos ser, ante todo desafío en un hábitat que brinde identidad, pertenencia, que sea el origen pero no el término de la persona en crecimiento. Tener claridad respecto nuestro surgimiento en el mundo no es un tema menor, y una vez resuelto este tópico muchos otros pueden asimilarse.

"La carretera" de Cormac McCarthy ha sido un libro que me ha envuelto desde que leí una reseña sobre la película hace pocos meses presentada en cines; busqué, como regularmente procuro, primero encontrarme con las letras y poder crear mis propias imagenes para llegar con un planteamiento  propio al momento de conocer la interpretación cinematográfica de otras personas.

Caminando por una carretera desierta, en medio de la nada y llenos de la devastación absoluta, dos seres humanos vagan por el fin del mundo conocido. Llevan consigo todo el miedo y el valor del que somos receptáculos los hombres; encarnan en sí mismos, no sólo el desafío extremo sino esa condenada virtud que nos aferra a la vida tenazmente. Son poseedores de la Esperanza,  de la posibilidad de transformarse. No se busca la reconstrucción de lo que antes se era, sino de la conquista de lo que se es para ser regenerados en algo nuevo. Ser como antes asemeja a la destrucción que no cesa y que, seguramente volverá; ser distintos de lo que se era, y evitar la tentación de la vorágine del hambre y la desolación es la puerta del sacrificio de uno mismo. El Padre que da la vida por sus hijos, San José reloaded en modelo americano y resistiendo el malestar en la cultura parece que nos recuerda la prosa.

Para a quien esto interese:
McCARTHY, Cormac., La carretera., Ed. Debolsillo, Random House Mondadori, ISBN 978-8483468685.

Sobre la obra, algunas reseñas:
http://www.ojosdepapel.com/Index.aspx?article=2708

http://www.letraslibres.com/index.php?art=12686, sobre la película.

sábado, julio 17

18 Meses


 Siempre me han dicho que el tiempo es relativo. Hay a quienes un puñado de meses les parecen un instante y hay quienes pueden asemejarles una verdadera eternidad. Hoy me sucede algo similar. Por un lado, el tiempo que ha transcurrido desde aquella fría tarde de enero puede clasificarse como "poco", a duras penas es un suspiro; pero, desde otras perspectiva, hemos vivido tanto en tan poco que por instantes toco momentos de eternidad. Pues profunda es tu sonrisa, profunda es tu belleza y grandiosa es tu alma que se me entrega a cada instante con el nuevo día de cada jornada. 18 meses juntos, un año y medio de compartir el pan, la sal, la alegría, la tristeza, el orgullo de los hijos, las frustraciones de la paternidad y la maternidad. Este tiempo, que es poco, pero al mismo tiempo es mucho en profundidad, es apenas el principio de todo lo que aún espera a revelarse en nuestras vidas. ¡Te amo intensamente y agradezco todo lo que generosamente me brindas!

martes, julio 6

29, ¿en martes?

El martes nunca ha sido mi día favorito, siempre he pensado que es un día prescindible en la semana. De todas las jornadas es la que me parece la más tediosa, la más aburrida. Si bien el Martes de Chesterton era simpático, aunque no tanto como el jueves desde luego, los martes de Sampieri no tienen mucho de especial. 

Para mi grinches (dícese de la negatividad con patas), este año me tocó cumplir en martes. Se me presentaba por la mañana como un martes como cualquier otro, es decír pésimo día; para mí gran sorpresa recibir tantos y tantos mensajes de grandes amigos, amigas y conocidos, me ha levantado el ánimo como yo mismo jamás pensé que tan bien podría sentirme en martes. ¡Y ha sido plenamente satisfactorio!. Agradezco a todas y todos públicamente sus grandes detalles al tenerme presente y recordar mi cumpleaños. Han hecho, con el esfuerzo y dedicación de todos, tal vez sin saberlo, que el martes, este martes aborrecible sea histórico y menos atemorizante. Siempre será el martes agradable en que cumplí 29 años rodeado de buenos deseos y bendiciones y que me olvidé un poco de mi negatividad irracional ante un día de la semana que debería ser como cualquier otro, una ventana de oportunidad. 

Es harto probable, por que así se la juega el destino, que vea mi fin en un martes, espero en Dios que dentro de muchos días más. Llámenle paradoja, pero por lo mientras espero que los martes tengan, a partir de ahora, un nuevo rostro por el agradable recuerdo producido por el calor de la amistad y la camaradería.  

¡De corazón gracias por brindarme su tiempo, amistad, buenos deseos, e intenciones!

lunes, junio 21

Una nueva despedida


¿Es que en verdad se vive aquí en la tierra?
!No para siempre aquí!
Un momento en la tierra,
si es de jade se hace astillas,
si es de oro se destruye,
si es plumaje de ketzalli se rasga,
!No para siempre aquí!
Un momento en la tierra.

Nezahualcóyotl 



Nuevamente la vida me recuerda, con un suceso cargado de sabor agridulce, lo corta que suele ser. Las circunstancias, paradójicamente, me obligan a despedirme a la distancia pero con la dicha de por lo menos acompañar el santuario que resguardó durante unos años, que parecen hoy tan pocos, el alma noble de un buen amigo. 

Siempre me pregunté el hecho de que para conmigo resguardaras y abrieras tanta confianza, me supiste un confidente en no pocos temores y compartiste sin reserva tus sueños y anhelos; los últimos, en aquella lejana noche  en el lobby de un hotel, donde demostraste tu convicción frente al destino incierto que te acechaba . Valoraré por siempre tu presencia y agradeceré a Dios la oportunidad de conocerte aquí aunque fuera, en el tiempo eterno de la historia, nuestra amistad un breve momento. Supiste ser un hombre firme en lo  tuyo, recuerdo la lucha por alcanzar a quien amabas frente a todo reto, obstáculo o circunstancia.

Mi querido amigo, descansa en Dios, que bien le mereces. Nosotros, con la Fe puesta en el horizonte, queremos alcanzarte. Y es grandioso, ¿sabes?, que ese instante haya podido coincidir con tu tiempo, con la plenitud de tu vida. Viaja ligero y ten presente a los que aquí seguimos. ¡Gracias!

miércoles, junio 9

Algo de la libreta personal

Comparto algo de mi libreta personal, se escribió en diciembre del año pasado. Más de 6 meses y sigo convencido de lo mismo y por momentos, francamente, preocupado hasta la médula. Hoy no ha sido la excepción con los 20 kilitos de C4 descubiertos en la roma.


Si bien los medios, expresión de poder fáctico, al que hago referencia, acaban de anunciar con bombo y platillo la "Iniciativa México", proyecto de validación de proyectos para financiamiento, que no sé por qué me huele a reality chou, no sé hasta que punto su compromiso sea profundo por un cambio a la realidad social. Ojalá así sea, pero el tiempo dirá sobre la intención oculta (sea noble o carente de nobleza). 





Reflexiones desde la ventana de una ladera
Diciembre 2009
Agradeciendo la oportunidad del viaje y el cambio de actividad que estas fechas involucran, en la medida de las posibilidades de nuestra familia, hemos tenido el deleite de encontrarnos desconectados del mundo noticioso y mediático por considerable número de jornadas.
No ha habido internet, no ha existido el hábito de dormir una vez informados por los medios televisivos, e incluso el radio ha estado silenciado. Eso ha sido verdaderamente un gran desintoxicante. Entiendo que no pocos mexicanos viven algo similar pues su vida discurre sin noticias, sin enterarse de lo malo que ocurre con los políticos, con los narcos, con las huelgas, los sindicatos, la inseguridad, el temor, el pánico. México fuera del D.F., y fuera del contexto urbano, está considerablemente retraído en otras muchas cosas. La pobreza es una preocupación cotidiana del México real aunque esté presente en el discurso y en el ámbito de ese México que construyen los poderes fácticos y los noticieros, todos hablan de que hay que resolverla pero los poderosos dicen una cosa y hacen otra. No sólo los poderosos económicamente hablando, sino cualquier especie de la misma ralea, de esos que tienen mucho más que otros y que no comparten.
Lo he pensado antes y ahora lo confirmo, mientras la esfera pública camina por un lado, la realidad de nuestra nación camina por otro. Pocas veces se han encontrado, más bien creo que son líneas paralelas condenadas al olvido de la posibilidad que reviste el tornarse perpendiculares. Y es que a pocos esto les interesa. Es la conservación del sistema, cueste lo que cueste, lo que se impone sobre la urgencia de transformar una realidad injusta y tóxica que a todos nos hace inmunes en el hecho de podernos reconocer en el otro, en quien con su mirada reclama de nosotros una respuesta, un planteamiento, un apoyo, una ayuda, una mejora.
México seguirá dormido esperando la venida de Quetzálcoatl y seguirá siendo dominado por unos tlatoanis de segunda que pretenden comportarse como dioses falsos que no alumbran un ápice esta noche que se nos ha venido encima. Poco puede hacerse por parte de quienes nos damos cuenta de la resignación en la mirada de quienes no tienen que esperar nada de la vida que parece haberles negado todo. En este México dormido hay odio por el olvido de la realidad por parte del constructo ficticio que se ha erigido, y el odio, como quiera verse, siempre será preocupante, y sobre todo, nos recuerda que sin remedio cualquier mal nos conduce a la muerte.
Me preocupan los que conmigo comparten estos tiempos, inmersos en este chispeante caldo de cultivo, y me preocupa aquello que he pensado mucho a partir de la reflexión circular de mi buen amigo Betoman en alguna reunión libresca, en una noche de un septiembre ya pasado: “Todo pueblo tiene un inicio y un final”, ¿estaremos cerca?...

jueves, junio 3

Decidir detrás del escritorio




Probablemente el extinto mayo sea un mes, lleno de recuerdos positivos, pero de decisiones difíciles que tuve que asumir y sobre las que aún cargo con ciertas consecuencias (tanto positivas como negativas). En la vida, aterrizanda en el ámbito que se guste y mande, hay siempre que tomar una alternativa y eso implica costos, por un primer tema, y por otro, implica todo un desagaje de nuevas y variadas decisiones que a su vez nos pasan factura para llegar a nuevas realidades donde, ¿qué cree? también debemos decidir.

Súmele Ud. que las decisiones, que tomamos todos todos los días, tienen un peso mayor si anda uno embadurnado de cierta sustancia añeja conocida como "responsabilidad" por el hecho de estar o presidir cierto determinado espacio o función; no quiero recordar aquello de héroe adolescente gringo ciertamente inútil ("un gran poder viene con una gran responsabilidad") pues me produce náuseas. Pero en sí misma la responsabilidad es un tema que podría agotar muchos post´s y  muchos blogs sin que siquiera hayamos desentrañado sus complejidades más elementales.

Los que permanecen ajenos al ámbito de decisión sobre determinada cuestión, al tomar Ud. una de las alternativas, la que considera mejor, suelen clasificar su rechazo o desagrado soltando aquello de que "decidir detrás de un escritorio siempre será equivocado". Tengo mis dudas por conocer algo de la naturaleza humana. Intentaré explicarme mejor.

Todos quienes en alguna ocasión hemos tenido sobre nuestra espalda el peso de la decisión de otro sobre nosotros podremos llegar a experimentar algo similar. Cuando la decisión acarrea mayores beneficios para mí, el que decide merece el adjetivo calificativo engalanador que primero venga a la mente; piénsese por ejemplo, en "justo", "sabio", "adecuado", por decir algo. Sí, en cambio, quien decide no lo hace a mi favor recibirá alguna serie balanceada de adjetivos calificativos negativos y de improperios no dignos de repetirse ante los ojos que ahora me leen. La ley me gusta cuando me cumple, la ley me desagrada cuando me obliga a cumplir aquello que no quiero y a lo que no le concedo importancia.

En resumen, cuando decides en favor de alguien éste, si promueves su persona, te aplaudirá pero, si no promueves su persona o le afectas, tenderá a rechazarte. Todos conocemos el caso mexicano típico de cierto mesías tropical (usando el mote dado por Krauze), de cierto politiquillo de cuarta con delirios napoléonicos y santaanistas de grandeza. ¿Será que todos tenemos algo de AMLO cuando alguna decisión "plancha" nuestros abundantes, rozagantes y afirmantes derechos malentendidos de voluntad y de lo que  se nos de la gana? Nuestro desarrollo moral verdaderamente está por los suelos: hacemos las cosas para evitar castigos y para que todo mundo nos de palmaditas en la espalda.

Cuando uno decide detrás de un escritorio, hay un dato que se escapa al afectado quejoso, se dispone de  cierta información que es necesario corroborar, y como uno no anda con fuego en las manos, antes de decidir corrobora que dicha información sea fidedigna. Es lo mínimo que puede hacerse. La responsabilidad no se toma a la ligera; creo que pocos sí se lanzan al ruedo como los emperadores romanos que no serán comidos por los leones por la defensa de sus esbirros; yo por lo menos, cuando se trata de entrar en este circo, primero voy asomando la cabeza antes de correr al centro y burlarlme de los leones en sus fauces. 

Creo que las acciones pequeñas nos definen; si en las acciones pequeñas procuro tener orden, coherencia, respeto y sobre todo, en el tema que me ocupa, honestidad, será más fácil que las decisiones que tome sean acordes a lo que se requiere en mi contexto, pero también la decisión de otros sobre mí necesariamente atraviesa mi conducta y en este sentido la decisión será más probable que, en mi percepción, "me beneficie".

No quiero decir con esto, el otro lado de la moneda: "Decidir detrás del escritorio, siempre será correcto"...¡desde luego que no!. Todos podemos equivocarnos y todos podemos por un momento desconectarnos de nuestra moral y principios y actuar en forma contraria, lo importante es estar alerta para enderazar el rumbo. Yo, con todo esto, sólo digo que la responsabilidad no se toma a la ligera, o no debería tomarse, y que esa idea del jefe despreocupado y desinteresado que apunta el dedo flamígero sobre sus colaboradores, ante no tener nada mejor que hacer, no cuadra mucho conmigo. Me cuesta tomar decisión difíciles, como a muchos, y me duele a veces tener que hacer valer el orden cuando es necesario.

Sería bueno hablar de este tema de la responsabilidad un poco más adelante. 

P.D. Gracias, por cierto, a todos los nuevos visitantes que amablemente me han girado correos electrónicos...a los de siempre, un gran, fuerte y responsable abrazo.

Foto obtenida de: http://www.artesanum.com/upload/postal/6/8/5/escritorio-1-8911.jpg

viernes, mayo 7

Cerrando capítulos

Inicie mi actividad como bloguero, mucho antes de conocer blogspot, en otro sitio, "blogia", mismo que he decidido clausurar el día de hoy. En este primer ejercicio solía agregar textos de pláticas, conferencias, o material preparado para mi actividad profesional. Bien es cierto que el que mucho abarca, poco aprieta.

La decisión estriba en que tengo algo de tiempo oxidado en cuanto a preparación y mejora de mi pensamiento haciendo eco en otros autores, y he dedicido dejar aperturado un sólo canal de expresión de mi vida interna, y muchas veces, externa respecto situaciones particulares. 

Tuve también alguna experiencia con Microsoft, donde pude desahogar muchas de las situaciones de vida que me llevaron desde el 2005 hasta principios de 2008. Este fue cerrado ya hace tiempo pues quise dar un nuevo rumbo con el blog que ahora publica estas letras. 

Sobre blogia, pongo un resumen de la información que contenía, y si hay algún interesado, sería bueno que pudiera contactarme en caso de que algo de lo que ahí había fuera de su particular interés. 

  • Los valores. 
  • Apuntes sobre un humanismo político. 
  • Aproximaciones a la dignidad de la persona. 
  • Trabajo y familia: vínculo existencial. 
  • El hombre detrás de la figura. 
  • SS. Juan Pablo II, un papa diferente.
  • Salud familiar.
  • Madurez de la persona en la vida social. 
  • Las organizaciones civiles: camino para la participación social organizada.
Espero un día, retomar la posibilidad de ofrecer mis desarticuladas ideas de manera más formal.

jueves, mayo 6

¿Una rolita?



No Voy A Ser Yo

L: Jorge Drexler y K Johansen. M: K. Johansen.


El que se quede sin dar el paso, no voy a ser yo
Quien se canse de tus abrazos, no voy a ser yo
No voy a ser yo, no voy a ser yo
Tengo tiempo y tengo paciencia, y sobre todo
Te tengo dentro de mi existencia de cualquier modo,
Y aunque falte tal vez bastante, no voy a ser yo
El que se canse antes, no voy a ser yo
Hay gente que no debería enamorarse
Algunos no deberíamos dar el sí
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida
Sin que la vida pase a través de mí...
Quien se esconda de lo que siente, no voy a ser yo
No voy a pisar el freno, no voy a ser yo
El que se ande con más o menos, no voy a ser yo
Hay gente que no debería involucrarse
Con cosas que luego no pueden manejar
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida,
Pisando una piedra y volviéndola a pisar...
Si querés un Principe Azulado, no voy a ser yo,
Si querés un 'Bangundangunladu'*, no voy a ser yo

Bajo: Juan Álvarez / Batería: Zurdo Roizner / Guitarra Eléctrica: Cheba Massolo / Bandoneón: Julian Hasse / Percusión: Lucas “Oveja” Espina / Voces y Guitarras: Kevin Johansen / Invitados: Jorge Drexler (Voces) y Dani Buira (Percusiones)
*en dialecto Yamaní: Cararrota.

Para a quien esto interese:

Kevin Johansen, sitio oficial aquí.