lunes, septiembre 29

Totalmente de acuerdo

Este mes aparece publicado en LETRAS LIBRES un artículo más de Gabriel Zaid promoviendo el tema de la lectura. Se pronuncia por el contagio, por una especie de infección de cultura, mediante el ejemplo de los maestros. Si queremos que los alumnos se acerquen a la literatura tenemos que procurar que quienes se revelan ante ellos como ejemplo se acerquen también; para eso tendríamos que encontrar la manera de contagiar a los maestros frente a grupo, de volverlos agentes infecciosos que nos permitan esparcir la plaga del gusto de la lectura a grupos poblacionales cada vez más amplios.




Vale la pena revisar el artículo, puedes verlo aquí.





miércoles, septiembre 24

Un día de mayo




Conocí a Pérez Reverte, en prosa, hace ya algún tiempo. Según recuerdo, papá le vio en una entrevista televisiva con German Dehesa. A partir de ahí me buscó algún libro del escritor que, por lo menos a través del aparato, le había convencido; con su tradicional ahínco se propuso ponerlo entre mis manos. Lo logró al poco tiempo y encontró para mí uno por demás especial "El capitán Alatriste". Desde entonces me he mantenido al pendiente de lo publicado por este autor.


En modo alguno soy conocedor consumado o docto en su obra. Me agrada, y por ello la frecuento, la pasión y compromiso que demuestra al encarar la construcción de una novela. Al escribir sobre un tema, siempre atrayente para el lector medio de estos tiempos, suele poner ante los ojos ávidos de sus letras un mundo repleto de posibilidades, un espacio diverso y conformado por múltiples elementos.


"El club dumas", "La carta esférica", "Patente de corso", la saga de Alatriste, entre otras menos conocidos como "El Husar", las novelas de Pérez Reverte viven frescas en mi memoria como pinturas de un museo que nunca cierra sus puertas, y que entonces permite al visitante admirar y reconocer lo que cada cuadro presenta en forma paradójicamente concreta pero infinita.


No escribe el autor, según el mismo lo afirma, libros de historia. Sin embargo toda novela, ubicada e influenciada por un contexto particular, en mayor o menor medida, siempre aporta a quien la lee algo novedoso respecto un suceso específico. A través de la prosa de este español he comprendido mejor diferentes sucesos, a lo mejor no ocurridos en forma exacta como por él presentados, con una facilitad inusitada. Ningún profesor de letras supo presentarme a Quevedo como la ha hecho la saga de Alatriste; ningún historiador me ha convencido de la decadencia en la grandeza del imperio español, que tanta influencia tiene para mi patria, como las novelas donde Pérez Reverte ubica a sus personajes dando la vida o muerte por el ideal nacional y de la religión.


Como preludio importante de la independencia de México, a mi entender, los sucesos del mayo madrileño de 1808 eran para mí desconocidos. Nunca antes de la lectura de "Un día de cólera" había escuchado de este día asombroso en el que los habitantes de la ciudad se insurrreccionan ante el invasor francés, sin motivar plenamente a un ejercito sumido en sí mismo que acaba por abandonarles a su escasa suerte.


La modalidad de presentar la historia del día de mayo desde una óptica múltiple, desde muchos de los involucrados y desde los caídos en la acera con el grito de "España" en la garganta, puede llegar a ser una técnica sumamente conmovedora. El Madrid de aquél tiempo se vuelca ante el lector y, en medio del caos, la valentía y la sangre, permite comprenderlo como la unión de considerables ideales humanos defendidos desde la impotencia y el martirio, no el simple deseo de "vender cara la derrota". La escena que habrá de proyectarse en ese museo de puertas inclausurables será por mucho la presencia del anciano Goya que constata, una vez más ahora desde el balcón que mira a la tragedia, que los sueños de la razón engendran monstruos.


La defensa de lo que representaba aquél imperio, encarnado en Fernando VII, hará eco dos años después en la voz de Hidalgo llamando al pueblo a la revuelta. Curiosa vuelta de tuerca. El ansía de libertad que cunde por Madrid en 1808 encuentra resonancia también en una turba más valiente que organizada de este lado del mar.


Cierro estas ideas con la percepción que el autor hace sobre lo que, detrás de su balcón, observa el creador de "El sí de las niñas", Leandro Fernández de Moratín, al encontrarse con el ánimo que inunda Madrid en un día de mayo:


Su talante de hombre culto, viajado, cortés y prudente, se acobarda ante los excesos que recela, pues los conoce, del pueblo sin freno: la calumnia hace dudosa la más firme reputación, la crueldad adopta la máscara de la virtud, la venganza usurpa la balanza de la justicia, y la celebridad situada en el lugar equívoco, acarrea, a menudo consecuencias funestas


Para a quien este día de mayo interese:


Pérez Reverte, Arturo., Un día de cólera., Ed. Alfaguara., México., 2008., 401 p. ISBN: 978-970-58-0269-0.






domingo, septiembre 21

Cambio de vehículo, mismo camino

Después de un rato con el mismo formato consideré necesario dar una refrescada. Espero que sea funcional y del agrado, por cierto, antes se homenajeo públicamente a Dr. Wagner Jr., ahora la foto del perfil es mi tributo personal al Enmascarado de Plata.

Se cambia solamente el vehículo, pero espero seguir por el mismo camino. Recuerden los visitantes que pueden sugerir los caminos que gusten y que consideren necesarios que hagan falta pa complementar esta visión aún sumamente inarticulada.

Saludos.

sábado, septiembre 20

Dime. Un enfoque necesario para México.


Como una continuación respecto la necesida de una verdadera promoción de la lectura en México, quiero comentar una experiencia ya probada que puede orientarnos en el camino. Me encontré hace algunos meses con "Dime. Los niños, la lectura y la conversación" de Aidan Chambers, orginario de Durham, al noreste de Inglaterra. Pude dar cuenta de él también en agosto y no tuvo detrimento, en los aviones, aeropuertos, y traslados en tierra pude sumergirme en una experiencia efectuada al otro lado del mundo pero de la que como nación tenemos mucho que aprender.
Me pareció fascinante conocer la experiencia de un verdadero promotor de la lectura en la infancia; la promoción desde esta perspectiva no es una labor sino un arte, un trabajo organizado, sistemático y con resultados verificables en las múltiples expresiones de pequeños que son recogidas en el texto gracias a métodos de grabación de sesiones por parte de quienes desarrollan, a nivel escolar, el programa de trabajo de "Dime".
Me parece que la reflexión del proceso de asimilación de una obra literaria en la infancia encuentra nuevos horizontes en la experiencia de este interesante grupo de trabajo comandado por el autor. La lectura no es un proceso individual, de nada sirve leer mucho y guardar todo para sí mismo, sino que lo que se ha comprendido, y el significado que se ha otorgado a cada palabra, cuando es puesto ante los otros adquiere considerable relevancia. El diálogo literario no es sólo interior sino también exterior, y en esa apertura el repertorio de sentido personal se multiplica considerablemente al conocer el sentido que otros dan a una misma historia, a una misma obra.
En retrospectiva me hubiese encantado que en mi colegio, desde pequeño, se presentará algúna experiencia como esta. No reniego de mis profesores en las edades más tiernas, hicieron lo posible con lo que tenían a la mano; cierto qué si tan sólo hubieran conocido estas reflexiones, el proceso de lectura en la escuela se hubiera enriquecido considerablemente.
Buscaré y me permitiré comentarles si les interesa más de sus obras traducidas por la colección espacios de lectura. Por cierto, la información que de él ofrece el FCE resume y condensa el núcleo de la obra:
Este libro es una propuesta desarrollada a lo largo de años de trabajo que ofrece información práctica sobre la conversación literaria en las aulas de clase, explicando algunos de los procesos involucrados en la lectura y la conversación sobre los libros. En él se bosquejan las reglas básicas establecidas por quienes los han puesto en marcha con éxito. De su experiencia se ha formulado una estructura, un repertorio de preguntas que ayuda a los lectores a hablar de sus lecturas, una herramienta a través de la cual los profesores pueden ayudar a quienes se inician en la lectura compartirla con otros lectores y, juntos, construir, disfrutar y dar sentido a esa experiencia.
Para a quien esto interese:
CHAMBERS, Aidan., Dime. Los niños, la lectura y la conversación., Colección Espacios para la Lectura., FCE., México., 2007. ISBN: 978-96-81684-53-2

La vida de un librero


La segunda parte de "Los hijos de los últimos días" fue para mí un libro apasionante. La primera, bajo el título del padre Elías, fue reseñada ya en el blog hace tiempo y puede ser que alguno de los tres lectores la tenga presente.


Tal como la entrega orginal la lectura de la segunda no me dejó mucho tiempo para otra cosa. La escritura de O´brien es increíble en la medida en que te atrapa y te permite involucrarte con la historia de especial manera. Si bien no es una continuación del Padre Elías es una extensión de la comprensión que de él tiene el lector; los sucesos se desarrollan cuando el reverendo padre arquéologo es un jóven judío que recibe protección de un católico, éste se desempeña como librero privado en Varsovia después de una vida artística tortuosa y repleta de insatisfacciones, durante la segunda guerra mundial.


Puede completarse muy bien la historia abordada en el primer libro cuando Elías visita Varsovia invitado a un congreso y recorre sus calles hasta encontrarse con lo que fué la librería donde, por la bondad de su protector, permaneció a salvo del régimen nazi. Además, en sí mismo, el libro responde la interrogante de por qué David Shaffer abandona la carrera política que pudo haberlo encumbrado como el hombre más poderoso del mundo, el amor y no el poder es el camino del hombre.


La vida del librero protector es en sí misma un reflejo de la constante lucha interna que cualquier creyente libra en su interior. ¿Una vida orientada por sí mismo o por Dios? parece decirse el jóven polaco mientras busca proteger adecuadamente a quien la Providencia le ha confiado de una manera imprevista. Los caminos del Señor nunca son nuestros caminos, y con ello el pintor y artista que vive dentro de él puede reconciliarse con la persona, con el ser humano creado por y para Dios. Desde otra perspectiva, la figura de un ser humano resiliente, es decir, capaz de ser transformado por el dolor y el sufrimiento, nos aparece como un claro ejemplo y marcará la vida del personaje que unos años despúés luchará para defender la fe en el fin del mundo.


Realmente es una pieza excepcional y puede leerse incluso si no se tiene la menor idea sobre el primer libro. Sería un ejericicio interesante partir de la segunda entrega y después leer la primera para reencontrarse con la historia desde una nueva perspectiva. Sumamente recomendable. Aprovecho para agradecer a la persona que hizo posible tener este libro entre mis manos: ¡sabes que los libros verdaderos tesoros para mí, el milagro de tu existencia en mi vida es el tesoro supremo! Gracias.
Para a quien esto interese:
O´BRIEN, Michael D., El librero de varsovia., Trad. Carlos Lagarriga., Ed. Libroslibres., Madrid., 2008., p. 527. ISBN:978-84-96088-79-5.

miércoles, septiembre 17

Desde Ciudad Guzmán, antes Zapotlán el Grande

Recuerdo en forma vaga los programas dirigidos y presentados por el Maestro Arreola en mi ya cada vez lejana infancia. Aparecía en televisión con reportajes que se me hacían estrambóticos. Durante mi adolescencia supe que existió, que era de Jalisco y que se dedicó a la literatura. Años después, gracias a apreciadas amistades conocí tres cuentos, uno pequeño de horror, y uno más extenso relacionado a la balística, así como el divertido relato de las muñecas plastisex*. No tuve oportunidad de profundizar por cualquier razón aparente y más urgente. Craso error.
Sin embargo, aunque tuve acercamiento, no le conocí hasta que pude revisar su propia presentación, vertida en forma magistral en "De memoria y olvido" con la que se presenta a jóvenes lectores en esta edición del FCE.
Agosto no trancusrrió en un mes de mucha escritura pero sí en uno de intensa lectura. Éste que ahora presento fue uno de los libros que revisé en forma especial para preparar la 3era sesión de la cofradía de barataria que se celebró en un acogedor lugar de vinos, carnes y quesos en Álvaro Obregón, en México D.F. En una velada sumamente agradable pude abrir mi intervención con fragmentos de "El Silencio de Dios" y rematarla con la lectura en voz alta de "El guardagujas", los dos cuentos que más y mejor me conmovieron y de alguna forma me marcaron profundamente.
Tuve ocasión unos días después de volver a leer en voz alta estas dos piezas ante los oídos que más me importan y fue un momento especial, pues demostré como estas dos lecturas tocaron mis más ocultos anhelos. El ansia de cambio para este país a pesar de los sistemas que lo enloquecen y trastornan, y el ansia de sentido de trascendencia y complitud con la eternidad estuvieron, como están desde hace tiempo, a flor de piel y ella a través de estas ideas, no mías, pero que pareciera me retratan, pudo conocerme mejor.
La escritura de Arreola es sencilla pero contundente, llena de recobecos y espacios que pudieran pasar inadvertidos pero qué, a fin de cuentas, se revelan como los verdaderos dadores de sentido a sus palabras y al mensaje que desea transmitir. No sólo es recomendable, es verdadera exigencia conocer más de este autor del que poco, a los miembros de mi generación, se nos ha hablado. Y es que en rigor nadie tuvo el gusto directo de presentarnos al de Zapotlán el Grande y a este delirante xalapeño con ansia de escritura.
Esta primer encuentro me permite percatarme qué, como Juan José Arreola , todos tenemos el sueño de dedicarnos al arte que más nos apasiona pero a veces el tiempo, la vida y la circunstancia, nos obligan a ser artistas de nuestro entorno cotidiano; aceptando esto, podríamos encontrar la anhelada trascendencia abriendo nuestra páginas a quienes nos seguirán en este mundo. Parece incluso evangélico, al que es fiel en lo poco se le concederá más. Espero que a quien esto interese pueda consultar la obra de un escritor diferente a cualquiera y creador de un estilo propio que para mí, en mayor o menor medida, es único por su peculiaridad.
ARREOLA, Juan José., Estas páginas mías., Col. Letras Mexicanas., FCE., 2a.Ed., México., 2001., p. 182.
ISBN: 968-16-6127-3

martes, septiembre 16

¿Desfile?


Hoy, 16 de spetiembre, las imágenes del desfile nos inundan, baste para ejemplificar ésta que sale hoy en el universal producto del lente de Juan Boites.


Los que hemos tenido la oportunidad de presenciar, sobre paseo de la reforma o por avenida juárez, el espectacular evento no podemos dejar de admirarnos de la magnitud que despliega el desfile de elementos y de armamento. Algún conocedor podrá decirme que este despliegue es limitado, pero para los que andamos a pie en estos menesteres es destacado el impacto que se produce.


Vemos grupos de elite, entrenados para la batalla, con su armamento, su arrojo y su decisión. Personas preparadas para enfrentar las más crueles condiciones con tal de servir, defender y mantener a la patria. Ante lo que ocurre en Morelia me pregunto:


¿Por qué los cuerpos de élite no participan de las labores importantes en el campo, donde se les necesita, en lugar de pasearse con gallardía, elegancia y prestancia por todo el paseo de la reforma?


¿Por qué nuestros más preparados elementos del ejército permanecen indiferentes ante el problema de seguridad que vivimos día a día?, ¿son ellos o quienes les dirigen quienes no perciben que se les NECESITA Y URGENTEMENTE?


Sé de sobra que nuestro ejército, o una parte de él, tiene serias dudas de credibilidad en cuanto a derechos humanos. Sé que se deben respetar los principios universales de cada uno de los cobardes delincuentes que se atreven a atacar a civiles en un acto patrio, pero no se les puede dejar actuar impunemente. Este país exige, pide y clama seguridad, y necesitamos que nuestros elementos mejor preparados se dediquen a aquello para lo que han sido capacitados. Los desfiles se ven muy bonitos, impactan no lo niego, pero ¿de qué carajos nos sirven?.


Sé que mi indignación afecta mi lenguaje pero lo que le pasa a este país requiere incluso del empleo, a últimas fechas, de la picardía propia de mi región: ¡Pinches políticos de cuarta, de cualquier color, ya hagan algo carajo!

domingo, septiembre 7

¿Una ley del libro?

Hace más de un mes se publicó y difundió la presentación de la ley del libro aprobada por el ejecutivo y por el congreso. Será tema recurrente en el blog de ahora en adelante pues pretendo analizar por aquí, desde la vida según Sampieri, sus ventajas y riesgos como instrumento al servicio de la promoción de la cultura escrita.
Siempre me he interesado por buscar la manera de promover la lectura, por dar a conocer lo poco o mucho que voy acumulando respecto las letras en mi vida, lo he hecho a nivel personal en varias formas: recomendando libros que a mí de una u otra manera me marcan; regalando verdaderas joyas literarias a conocidos y personas apreciadas por mí; expresando en diversos momentos la necesidad de lectura que tiene nuestro país. Cada día siento que el tiempo se me va terminando y que es necesario compartir sin reservas lo que poseeo en torno a la cultura escrita.
Creo que será en alguna manera un sello distintivo de mi misión de vida. Encontrar la manera de compartir lo mejor que a mí me han dejado los libros a otras personas, creo que eso puede ayudar siempre a ampliar horizontes a encontrar nuevas puertas.
Creo que si en este país se compartiera más el conocimiento, más y mejores personas podríamos construir con dedicación el México que habrá de seguir después de nuestros pasos.