La infancia retratada

Por lo poco que sé, como toda excepción, cambió la regla. Tradicionalmente los niños eran retratados en forma idealizada en las historias infantiles que se les relataban desde tiempos muy añejos.

Cuando Sendak sacó a la luz este libro rompió con la tradición y mostró el lado humano de un pequeño; un niño enfadoso y caprichoso que "sale de su habitación" a donde ha sido confinado por su mal comportamiento con la búsqueda del sitio donde los monstruoso parecidos a él habitan.

Esta es la lectura tradicional que ya puede darse de este texto, que recientemente estrenó adaptación en la pantalla grande.

Por mi parte, tuve con él un encuentro tardío. No sólo me ha sucedido con este texto, sino con muchos otros de incontable valor y significado para mi vida ahora. Si bien tuve encuentros con la lectura de pequeño, no era posible agotar todo lo que podia leer y consultar y ahora me parece que así se me irá la vida por más que quiera empeñarme en ser como Max.

Supe de él mediante las revisiones que hecho de Aidan Chambers, a quien ya he comentado aquí, y aquí, y aquí. También se le menciona en forma por demás interesante en Déjenlos Leer.

Junto con mi esposa nos decidimos a comprarlo hace poco para reflexionar con nuestros hijos, ya que encontramos en él la oportunidad de que ellos se identifiquen tal cual son y puedan aprender a conocerse y a dominarse respecto sus emociones. Podemos reconocer que, al igual como le ocurre a Max, existen ocasiones en que ellos también desean rebelarse contra cualquier límite y a la larga ellos deberán ser, una vez que nuestra tarea concluya, los propios autores de los horizontes que les definan como personas libres en independientes.

Yo por lo menos ya sé donde viven mis pequeños monstruos, dignos de todo mi afecto y a los cuales espero apoyar en la ardua lucha de conquistarse a sí mismos.

Para a quien esto interese:

SENDAK, Maurice., Donde viven los monstruos., Alfaguara., Trad. Agustín Gervás., México., 2006., ISBN: 970-770-716-X.