viernes, enero 16

Es tiempo ya...

Cortesía Pixabay


Todo ciclo en la vida se cierra. Hoy termino la aventura de narrar el mundo y la realidad según mi perspectiva personalísima y no siempre acertada. No todas las metas fueron alcanzadas, pero la experiencia obtenida ha sido verdaderamente formativa. Han sido poco más de 7 años con este espacio, con algunas entradas muy de mi gusto que pueden consultarse aquí, con otras que hoy, si les soy franco, jamás hubiera subido sí se hubieran escrito hoy. 

Este blog me permitió la entrada con cierta presencia en el mundo digital; siempre le estaré agradecido a la oportunidad que me ha brindado esta experiencia. Con este espacio, pequeño pero a mi juicio agradable, he descubierto que al "Hacer" "Aprendo". 

No descarto en un futuro retomar el blog personal; pero será otro proyecto. Por lo pronto este, que hoy concluye habrá de permanecer aquí, en línea mientras quienes son dueños del espacio así lo dispongan. Por mí, no lo bajaría nunca. Pero uno nunca sabe las vueltas que dará el mundo digital que a veces resulta más convulso que nuestro añejo mundo "físico". 

Queda en línea, también, por si es de su interés mi página profesional en plataforma WordPress: www.hazyaprende.com

¡Hasta siempre, espero volvernos a encontrar en el ancho mundo digital! 

domingo, septiembre 21

Televisión en Transilvania

Libro del mes, correspondiente a Septiembre 2014

Todo empezó una tarde de película con mis hijos. No teníamos muchas opciones y sabiendo que les encantan las películas de super héroes, decidí ver con ellos la cinta del 2003, muy maltratada por la crítica de aquél entonces, que siempre me ha parecido una buena idea. "The Legue of extraordinary gentlemen", en México La Liga Extraordinaria, traía a la pantalla las historias de cómic escrito por Alan Moore y Kevin O´Neil.



Una "remasterización" de los héroes con los que crecí en mis lecturas de infancia. Entiendo que a muchas personas pudiera parecerles una verdadera estupidez, pero si lo pensamos con claridad esta cinta marcó el ritmo, en efectos y en trama, de mucho de lo que ahora vemos con los grandes super héroes de Marvel, y un poco menos, con DC Cómics. Toda una escuela del arte de tomar personajes del pasado y tratar de adaptarlos a una nueva época y ante un nuevo público, sin perder el gancho con quienes conocen a los protagonistas desde años anteriores

La cinta permite ver al legendario Allan Quatermain, a quien seguí por emoción entre las páginas de Las Minas del Rey Salomón, a un adolescente tardío Tom Sawyer (completamente fuera de contexto de la historia original de Twain), al indescifrable Capitán Nemo, ícono julioverneano, al Dr. Jekyll y su contraparte Hyde, que me acompañaron en mi último tramo de infancia, el enigmático hombre del cuadro oculto, Dorian Grey, de alguna manera el Hombre Invisible y por último para completar el cuadro, el futuro posible no resuelto por Bram Stoker respecto su personaje, Mina Harker

Dejemos para otro día la reseña y análisis de la cinta. No es ese el motivo de este post. Esa tarde de películas derivó en dos resultados diversos. Por un lado, mis hijos me pidieron saber más de los personajes presentes en la cinta. Acudimos a mi biblioteca por ayuda. Conseguimos todos los títulos, menos uno "Veintemil leguas de viaje submarino"; a nuestra verdadera liga extraordinaria, le hacía falta el Capitán Nemo. Acomodamos los libros que sí teníamos e inició la lectura, que aún hoy prosigue. "Drácula", "Tom Sawyer", "El Retrato de Dorian Grey", "El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", "El Hombre Invisible", "Las minas del Rey Salomón". 

Al comentar con mi papá que no tenía el título y lo quería para los niños, se aventuró el abuelo en empresa singular. Conseguir el título a como diera lugar. Y resulta que no es un título que a estas alturas se consiga con facilidad. Se buscó en librerías nuevas y en librerías de viejo. En Xalapa, en México y hasta en Cuernavaca; encontramos una versión resumida para niños (que aunque no es el máximo, por lo menos ser ordenó a satisfacer la curiosidad de tener algo sobre cada uno de los protagonistas de la película). 

En esta búsqueda, apareció el libro que, sin yo saberlo, se convertiría en el libro del mes de septiembre de este 2014. "El Castillo de los Cárpatos" de Julio Verne, una novela, estoy seguro, de la que pocos han escuchado hablar alguna vez. Si uno es docto en el gran literato francés, seguro es que se tendría presente. Pero si es, como en mi caso, un aficionado compartirá conmigo la maravilla de una pieza rara, algo que pareciera no encajar necesariamente en la idea previamente creada de lo que es propiedad de Verne y de lo que no.



Solo recorriendo las entrañas de las creencias populares podemos entender, en ocasiones, el impacto de la tecnología y el misterio que ella misma encierra (aunque todo pueda explicarse científicamente, desde luego refiriéndonos a la misma tecnología). En la historia de Verne se entremezclan elementos que incluso pueden encontrarse en novelas de ficción que se publicarán de forma posterior. Según revisé en Internet, incluso hay quienes encuentran la ruta trazada para Drácula de Stoker, en el delineado que hace Verne de las creencias de castillos encantadados, de muertos vivientes que se aparecen y en el terror que genera la incertidumbre. Un relato que vale la pena hacer vivir a pesar del tiempo, un texto me parece que es necesario difundir.

He disfrutado mucho este texto y por ello me permito recomendarlo a quien pueda interesarle.

VERNE, Julio., El Castillo de los Cárpatos., Trad. L. Palomeque., CONACULTA., 4a. Edición en Clásicos para Hoy., México., 2014., p. 187. ISBN: 978-607-516-491-5




sábado, septiembre 13

El porvenir no le recuerda

Libro del mes, correspondiente a Agosto 2014





Uno se deja llevar por lo poco que conoce y por lo que le han dicho. Lamento que así sea, pero la verdad es que podemos llegar a ser bastante prejuiciosos. Y eso impacta en muchos sentidos y ámbitos. En la lectura, como en la vida, de manera diversa pero análoga, podemos en ocasiones dejarnos llevar por falsas impresiones, por errores de juicio y por recomendaciones no siempre exactas de otros lectores que nos hemos ido topando por el camino. Algo así me pasó con Elena Garro. Y me pasó por la necedad de no leerla en directo. Hoy, sin duda, celebro haberlo hecho.

Me deje llevar, debo decirlo, más por los comentarios e impresiones que atrae su historia y su figura, controvertida por el tema del matrimonio-divorcio con Octavio Paz como por las revueltas políticas de los años 60, hasta por el romance con Bioy Casares, que por la obra de su pluma en sí misma considerada. Que Elena sea una mujer controvertida y polémica me parece cierto, que eso desacredite sus textos se me revela como una gran injusticia.

Crecí en una generación que consideró a Gabriel García Márquez como un autor referencial; ahora, pasado a mejor vida, pareciera consagrado en dicha clasificación. El "Gabo, polémico en lo suyo ciertamente, se nos presenta como alguien que tenía "don de gentes", mucho más habilidades sociales, posibilidades entonces de relacionarse de modo por demás adecuado entre muchos escritores de su generación. Es un tipo que hasta en foto tiende a caer bien. Mi generación, algunos compañeros de gustos literarios, tienen me parece a sobrevalorar su relevancia. Se adornan con aquella clasificación, supuestamente del dominio de todos, del "realismo mágico". A ellos habría que recomendarles, en calidad de urgente, la lectura de una novela, clasificada incluso por el ex-esposo de la autora, como  "una de las creaciones más perfectas de la literatura hispanoamericana contemporánea".

No tengo la menor duda en decir que "Los recuerdos del Porvenir" es sin duda una de las novelas que más he disfrutado y de las que más me ha impactado en cuanto la estructura narrativa, la descripción y diálogo entre los personajes y la lectura, aguda y crítica, de la época que retrata y del futuro, producto de las consecuencias de aquello que se ha contado con minucia y con gravedad.

Abordando el espinoso tema de la Guerra Cristera, algo que es como un silencio pactado entre diversos ámbitos y actores sociales, nos releva el impacto de un conflicto no solo político sino cultural. El modo de comprender la vida, la ausencia de esa comprensión, el rechazo explícito incluso por comprender, conviven en una lucha y tensión constante. Un ir y venir, una búsqueda mueve a los personajes; desesperadamente, ante el golpe del presente, viajan al pasado para comprender el futuro poco venturoso que se asoma detrás de las piedras. Piedras con epitafios, voces que toman color y forma humana. Condenas irredentas a las que no tiene sentido alguno oponer resistencia.

Es quizá la novela, un difícil reflejo de la propia búsqueda incesante, dolorosa, de quien la escribe. Es el orden en el texto, el que brilla por su ausencia en la vida real. Una magistral forma de contar la ficción ante la imposibilidad de narrar la realidad que la circunda; Elena Garro da vida al porvenir que recuerda pero que, a fin de cuentas, parece condenarla a un olvido injusto, denigrante y oscuro del que solo algún lector, dispuesto a vencer los prejuicios y el status quo cultural (Octavio el Grande; Elena, la vergüenza), puede sacarla.

Si Juan Rulfo es un parteaguas de la comprensión y el alma mexicana de la búsqueda y juicio de la figura del "padre", no tengo duda en decir que Elena Garro "desgarra" consigo, y con su historia, un México abierto a la veta femenina, a la manera femenina, y por ello original, de comprender aquellos sucesos que nos pasan y nos pesan, que nos atormentan y de los que es difícil desprendernos. Ella tenía el consuelo de los gatos, ¿nosotros?, me atrevo a decir que el consuelo de su inigualable genio creativo.

En la revisión de la crítica del texto, me he encontrado los vídeos que pueden ayudarte, como a mí, a profundizar en la autora y su obra.

La cuarta casa, de José Antonio Cordero.



Portal Jóvenes Lectores, SEP






Para a quien esto interese dos recomendaciones adicionales:

La conmemoración del 50 aniversario de su publicación en CONACULTA, da clic aquí.
El acceso al texto en versión E-Book en Amazon, da un clic aquí.

¡Hasta la próxima!

jueves, septiembre 4

Claudio Magris, Premio FIL 2014

http://ep01.epimg.net/cultura/imagenes/2014/09/01/actualidad/1409589819_648469_1409591160_noticia_normal.jpg
Claudio Magris, Foto de Samuel Sánchez, El País

En medio del letargo de esta pluma ocasional, en la que me veo envuelto de vez en cuando, una nota me saca del tedio y de la indisciplina (una vez más perdón a quién aún visite este espacio).

El gran Claudio Magris ha sido reconocido como ganador anual del Premio Otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en la edición 2014. Creo que nunca antes había tenido tanto pretexto para acudir a la que sería mi primera FIL. Veremos si es posible. 

Mientras tanto, me permito presentar las entradas de este sitio relacionadas a la gran pluma que ha puesto de nueva cuenta a Trieste en el mapa literario, y al mejor exponente de la mitteleuropa por si es de su interés:

(Solo se incluyen las entradas que versan sobre el autor en modo directo, pues suelo citarlo en diversos ámbitos)

Cuando el poeta es un peregrino, sobre el Infinito Viajar.
La poesía de lo mínimo, sobre el Tallo entre las Piedras.
La literatura como un laberinto, por cierto la entrada más visitada en este espacio.
3 intentos y 4 ejemplares, sobre El Danubio.

Y tengo pendientes, entre tantos otros lo sé, alguna anotación sobre "Conjeturas sobre un sable" y "Utopía y desencanto" el primer texto que realmente me hizo aficionado de este autor.

Saludos! 

P.D. Actualización, se comparte la siguiente información:

Acta del Jurado que otorga el premio.

Transcripción del Diálogo con medios de comunicación y el autor. 

En especial destaco las siguientes, preguntas y respuestas:

Yanet AguilarEl Universal¿Cómo aprecia y califica la literatura de los jóvenes escritores, tanto de Europa como de América Latina?        
No podría hablar en general de los escritores jóvenes, porque son muy diversos o diferentes entre sí. Además, no conozco por completo a esa nueva generación de narradores. Sigo leyendo a  Carlos Fuentes, Fernando del Paso, Juan García Ponce y por supuesto a Juan Rulfo, quien continúa cimbrándome con Pedro Páramo. Lo que tal vez recomendaría a los escritores jóvenes, es que no olvidaran las grandes novelas históricas que se han publicado tanto en Europa, como en América Latina.
¿Cómo ha cambiado su vida como escritor en estos tiempos de tecnología, internet y redes sociales?Sigo escribiendo a mano. A la tecnología, las computadoras y las redes sociales sólo las conozco de forma indirecta. Siento que hay un gran peligro de perder la autenticidad del ser humano, al estar en contacto con tanta información. Escribir a mano representa para mí como escuchar la música de la escritura.
Jesús AlejoMilenio¿Cómo ha cambiado su mirada del mundo, del ser humano, tomando en cuenta que cuando usted comenzó a escribir no existía la modernidad tecnológica con la que ahora convivimos?Más allá de las ventajas y los peligros que representan a la tecnología en la vida moderna, veo un problema: la razón dice que el hombre ha cambiado y evolucionado a lo largo del tiempo, pero percibo que estamos en una época de shock. Esto representa un gran desafío, porque han cambiado nuestras relaciones, como humanos, con las cosas, con la naturaleza, por ejemplo. Y eso no sé si sea bueno o malo. Lo que más me impresiona es la velocidad con la que se generan estos cambios. Es como ver una película en alta velocidad. 
Juan Carlos TalaveraExcélsior¿Cómo ha evolucionado el concepto de frontera para usted?Las fronteras que debemos enfrentar hoy en día, ya no son fronteras nacionales, sino fronteras sociales: las fronteras entre la vida y la muerte, las fronteras entre el bien y el mal. Para mí, la frontera es como umbral, es como una puerta que debemos atravesar.¿La literatura tiene un compromiso social?
Los escritores debemos tener un compromiso social y político, pero como todos los hombres comunes. Un escritor no sabe más que cualquier otro hombre. Todos debemos empeñarnos en combatir el hambre, la pobreza, el mal. Todos debemos sentirnos parte de la raza humana. 

miércoles, julio 30

Un sentido recuerdo

Firma de Concepción Márquez de Carnevale



Le ví por última vez hará cosa de dos años. Una reunión de Academia. Me encontraba a su lado desempeñando un nuevo rol en la vida, pero siempre frente a ella en la misma categoría: aprendiz, alumno, admirador. En aquella ocasión me sumaba al cuerpo de claustro de profesores al que ella pertenecía. Comentamos alegremente, como siempre cuando uno entablaba conversación, de mil y un temas en tan solo un par de minutos ¡tenía tanto que decir y compartir! que más le valía a uno guardar las palabras intrascendentes que se agolpaban en la boca. Había que dar paso al silencio y escuchar lo que la profesora tenía a bien decir. "Profesora" cuando fui su alumno, "Profesora" seguía siendo cuando me encontré con ella y me disfrazaba yo de profesor. La etiqueta se gana con el tiempo; buen ejemplo de dicha realidad aquella última conversación que se me revela hoy bastante fugaz. Uno apenas empieza un camino cuesta arriba que, en muchos sentidos, profesores y profesoras de este tipo, ciertamente inigualable, han contribuido a hacer más transitable. 

Recuerdo sus clases con especial nostalgia; aún conservo sus apuntes, religiosamente guardados, que siempre generosa compartía; los he abierto de nuevo al conocer su partida definitiva de esta existencia en la que compartimos tan solo algunos momentos. La he buscado en sus letras y he tenido el consuelo de saber que las enseñanzas están intactas y que ha trascendido cualquier despedida. En sus letras puede uno encontrar derroches de pensamientos bien fundamentados, y para para quien apenas empieza a ordenar las categorías en la mente, se revela la enseñanza recibida como un tesoro inestimable. 

He recordado que tuvo la gentileza de regalarme un pequeño libro, por el que un día, curioso, le pregunté. "Santo Tomás de Aquino" de G.K. Chesterton, a quien yo conocía solo por los libros del Padre Brown. Ella tuvo a bien presentarme el lado "pensante" del gran autor inglés. Veo a Chesterton como una de sus más grandes herencias, entre otras muy puntuales, para conmigo. No cabe duda que hay deudas que se contraen y que nunca podrán pagarse; queda la herencia de compartir con otros lo mucho que se ha recibido; es deuda de honor. Afirmo hoy que saber dar a otros todo lo que ella entregó sería sin duda un buen homenaje para una óptima profesora.   

Dios te reciba y te brinde el consuelo de contemplar por siempre su Rostro.