Hoy se conmemoran 100 años de la muerte de Samuel Langhorne Clemens, mejor conocido como Mark Twain (30 Nov 1835- 21 Abr 1910).
Muchos le hemos conocido desde pequeños por su influencia en la literatura universal y por obras relacionadas a nuestro propio viaje generacional en el paso entre el ser niño, adolescente y esa cosa extraña que es un adulto.
Recuerdo aún con emoción, en mi colección adolescente impulsada por Papá, a quien siempre le agradeceré el haberme facilitado cuanta cosa podía leerse, la portada de la Biblioteca Juvenil para "Un yanqui en la corte del Rey Arturo" (tan mal retratado en ínfímas películas gringas de poca monta). Y en mi memoria flotan en forma imborrable las imágenes producidas por "Príncipe y mendigo".
Compartí aventuras con Tom Sawyer, y hasta hace poco me he permitido subirme a la barca, e irme por el río, escapando de todo y de todos, con Huck Finn (ya hablaré sobre esta escapada reciente más adelante en el tiempo).
Hace poco encontré varios textos que regresaban al valor literario, estético y artístico en general, sobre los así llamados clásicos de literatura comunmente considerada como infantil. Destacaría, por su importancia en mi vida a Robert Louis Stevenson, Emilio Salgari y desde luego al difunto que conmemoramos hoy. Definitivamente, en la relectura que puede hacerse de estos escritores, por lo menos en mi vida en este momento, se pueden encontrar aportaciones para continuar este arduo trabajo de conocerse y conquistarse a uno mismo mientras se le apoya a otros más pequeños a iniciar el trecho que habrán de trazar en su vida.
La literatura es el mejor vehículo generacional, pues en plumas como las de Twain quedan retratados los adolescentes del ayer pero también los de hoy y, sobre todo, los que vendrán.
¿Cuántos adolescentes de hoy conocen a Sawyer y a Huck Finn? ¿Cómo poderles presentar estos arquetipos de crecimiento? Un verdadero reto para los que con adolescentes trabajamos día a día. Creo que la clave tiene que ver con la similitud de las experiencias y con el sentido del humor ante la adversidad; difundir a un autor desaparecido hace un siglo adquiere un relieve necesario por no decir urgencia ante la anomia que parece devorarse a los adolescentes, y a este orden se alinea el post de hoy.
A quien esto interese:
Compartí aventuras con Tom Sawyer, y hasta hace poco me he permitido subirme a la barca, e irme por el río, escapando de todo y de todos, con Huck Finn (ya hablaré sobre esta escapada reciente más adelante en el tiempo).
Hace poco encontré varios textos que regresaban al valor literario, estético y artístico en general, sobre los así llamados clásicos de literatura comunmente considerada como infantil. Destacaría, por su importancia en mi vida a Robert Louis Stevenson, Emilio Salgari y desde luego al difunto que conmemoramos hoy. Definitivamente, en la relectura que puede hacerse de estos escritores, por lo menos en mi vida en este momento, se pueden encontrar aportaciones para continuar este arduo trabajo de conocerse y conquistarse a uno mismo mientras se le apoya a otros más pequeños a iniciar el trecho que habrán de trazar en su vida.
La literatura es el mejor vehículo generacional, pues en plumas como las de Twain quedan retratados los adolescentes del ayer pero también los de hoy y, sobre todo, los que vendrán.
¿Cuántos adolescentes de hoy conocen a Sawyer y a Huck Finn? ¿Cómo poderles presentar estos arquetipos de crecimiento? Un verdadero reto para los que con adolescentes trabajamos día a día. Creo que la clave tiene que ver con la similitud de las experiencias y con el sentido del humor ante la adversidad; difundir a un autor desaparecido hace un siglo adquiere un relieve necesario por no decir urgencia ante la anomia que parece devorarse a los adolescentes, y a este orden se alinea el post de hoy.
A quien esto interese:
- Conmemoración de los 100 años, desde una perspectiva viajera en "Letras libres", aquí.
- Ficha de autor, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, aquí.
- Subastarán un capítulo inédito de la obra del autor, aquí.
- Nota de prensa española sobre los 100 años, aquí.
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