El papel de la Universidad

Mucha tinta se ha regado a partir del caso de la intromisión colombiana en territorio ecuatoriano de hace apenas unos días. Mucho se ha expresado, y en torno a México ha sido también escrita mucha palabra por la presencia de connacionales en el campamento de las FARC.

La polémica se ha abierto por la supuesta participación de mexicanos, unos dicen que como guerrilleros, otros dicen que como investiagadores sociales. Bastante se ha arengado sobre el papel, explícito o implícito, que juega nuestra máxima casa de estudios respecto la defensa o condena de las actividades de los presentes en el bombardeo, y de si ésta, mediante la facultad de filosofía y letras, ha de alguna manera alentado o instigado a los jóvenes mexicanos a involucrarse, en defensa de la justicia social, en labores asociadas al terrorismo del grupo rebelde.

Es necesario precisar que también se involucra al IPN por medio de un estudiante en activo, y entonces se ha hecho escándalo por la presencia de las etiquetas, pues eso es lo único que hay demostrado hasta el momento, de las universidades en el suceso.

Si bien es cierto la presencia de personajes radicales en la UNAM no es, desde la última huelga (o es que en todas) una novedad. Personajes destacados por su activismo y su renuencia a dejar las filas de la universidad conviertiéndose en alumnos vitalicios no sorprende a nadie; tampoco que éstos "universitarios" sean ajonjolí de cualquier mole social; ahora resulta que brincaron también las fronteras dejando, a lo mejor por aburridas, nuestras revueltas nacionales buscando escaparates internacionales.

A todo esto, cabe preguntarnos ¿cuál es el papel de una universidad, máxime de una tan importante como la UNAM o el Poli, ante conductas claramente negativas y antisociales?, ¿es compromiso educativo de la institución, o solo activismo de sus profesores, la aceptación de personajes radicales que en nada benefician a la universidad?

Tú, ¿qué piensas?