jueves, mayo 7

Volviendo, poco a poco, a la normalidad



Como una muestra de que la ciudad lentamente, y a su ritmo siempre extraño y diferente de cualquier otro compás, va retornando a la "normalidad" que la caracteriza hoy pude venir al FCE de la Condesa y disfrutar de andar entre libros y sentarme a tomar un café.

Cierto es que hay menos gente que de costumbre; la verdad, también es necesario considerar que la crisis puede llegar a recortar el gasto de los que apenas se inician en el vicio de los libros. Quienes ya tenemos la adrenalina ligada al color de las pastas, al aroma de las hojas y al tacto del papel será casi imposible que no erogemos algunos cuantos pesos en vista a incrementar los anaqueles caseros.

Por mi parte, siempre que piso este suelo, voy por lana y salgo trasquilado. Compré tres pero tuve la precaución de aplicar el criterio de educación financiera que ahora me envuelve. Me mantuve en el presupuesto considerado (¡no te espantes! ¡tú que conoces el monto asignado!). Cierto es que esta libresca adicción puede paliarse y ser coincidente con nuevos horizontes...cierto es también, que nunca habrá de dejarme. En esta consideración aparece un repentino miedo irracional a quedarme un día sin vista, y es que el audiolibro se me hace un terrible crimen. ¡Dios guarde la hora!

2 comentarios:

  1. siempre sera una inversión, ha de ser singular ver como se va levantando la Ciudad de México.

    pienso en Sabines:

    "Brindo por ti q te levantas de la ruina, el aire de la noche te acompaña, la canción te espera.

    abre sus calles esta Ciudad de México como los brazos de la amante nueva, estas aquí y es tuya, poseela"

    ResponderBorrar
  2. Tan disfrutables que son esas idas, ¿qué son unos cuantos(varios) pesos con tal de hacerse de caprichosas letras?.



    Besos

    ResponderBorrar

Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?