Cadena nacional, todas las televisoras, un sólo mensaje. El logo de la presidencia se difuminaba y dejaba, como quien se retira para dejar la presencia al personaje central, ante la pantalla el gesto firme, preocupado pero valiente, del presidente.
Recuerdo que dije a mi esposa "Tenía mucho tiempo de no ver en él una expresión así", a lo que me dijo que podía uno percatarse que el anuncio que haría sería grave. Guardamos silencio. Entre palabras confusas recreo ahora el mensaje onírico transmitido a mis neuronas en sinápsis:
La situación es delicada. La mayoría de ustedes, conciudadanos, la conocen bien. Para quien no lo tiene claro me permito brevemente ilustrarla. Llevamos ya mucho tiempo con el timón a la deriva del barco educativo por grupos con objetivos políticos, con intereses particulares. Mientras ellos dicen promover el legítimo derecho a la defensa laboral miles, millones, de estudiantes permanecen sin clases; el derecho a la educación ha sido conculcado por negociaciones que, a fuerza del chantaje y la manifestación violenta, quieren imponernos un panorama diverso, de poca utilidad nacional, sacrificando así los más altos intereses de las y los mexicanos, a costa de la Patria desea validarse un sindicato. ¡No más!, ¡nunca más!.Recuerdo que desperté al terminar la "transmisión", sé que fue un sueño, que quedará condenado al olvido, que no deja de ser utópico... ¡pero si ustedes supieran cómo me alegró el día! ...cosas curiosas esto se soñó en la noche del 14 de mayo para amanecer 15....¡bonito regalo hubiera sido!.
Mi gobierno no puede permanecer indiferente. Mi consciencia no estaría tranquila. Es mi obligación como Jefe de Estado asegurar los derechos de las y los estudiantes que, constantemente, son pisoteados. Dar esta batalla por ellas y ellos es darla por todas y todos.
Hoy, en el ámbito de mis atribuciones y en lo que legalmente podemos resolver la situación laboral, declaro emergencia nacional. Convoco hoy a todas y a todos a que tomemos las riendas de la educación; convoco en primer lugar, a las profesoras y los profesores comprometidos con la educación a que, sin renunciar a su legítima defensa del ámbito laboral, regresen a las aulas y cumplan con su vocación. Pero sabiendo que una parte importante del magisterio no escuchará mi llamado he decidido, con apoyo de la Secretaría de Educación, convocar a todas y todos los padres de familia, a toda la ciudadanía interesada, a que se sumen con el Gobierno Federal como profesores suplentes, para cumplir un programa mínimo de actividades por curso y grado escolar, que nos permita satisfactoriamente terminar el año lectivo.
Mi Gobierno apoyará con todo el material necesario, con una rápida capacitación y con el programa detallado de actividades por plantel y por grado escolar que podrá desarrollar toda persona interesada que cuente con educación universitaria acreditada.
A quienes deseen participar en esta iniciativa extraordinaria, orientada exclusivamente a que este año escolar no se destine al olvido, les pedimos puedan contactar a los siguientes vínculos que aparecerán, posterior a mi mensaje, para su inmediata incorporación.
Confío y sé que la Patria sabrá recompensar a quienes ahora contribuyen a formarla, no con guerras ni revoluciones, sino con la "magia" que nos viene del aprendizaje.
Gracias y buenas noches.
