jueves, febrero 19

100 entradas, una aventura


Para conmemorar las 100 notas dispersas que aquí se han compilado y que algunos amablemente visitan, y comentan, he querido presentar algo sencillo pero contundente. Hacer no una reseña pero sí por lo menos un comentario que resuma lo que para mí ha significado la literatura como aventura aunque no siempre se trate de literatura de aventuras.

Hace algún tiempo y comentando la última obra publicada en español de Magris, "El infinito viajar" conincidia con el triestino en que la literatura es analogía del viaje y el viaje analogía de la vida misma. Hoy de alguna manera esas ideas regresan a mí, al plantear la lectura de este pequeño gran ejemplar que me fue regalado en diciembre por mi querido amigo, y maestro, Alfonso Muñoz, de quien celebramos muchos su "regreso de ultratumba" como él mismo lo ha llamado. ¡Adelante mi apreciado amigo la vida aún te tiene guardados innumerables secretos que descubrir!.

Los que iniciamos a ser lectores a edades tempranas, una vez abandonado el cuento infantil ,por así llamarlo puro, nos vimos invitados a iniciar el género de la aventura como introducción ya franca al mundo de las letras. Los libros de cuentos nos eran leídos o comentados por adultos, los libros de aventura eran la mejor manera de marcar la independencia y asumirnos como los que habríamos de contarnos a nosotros mismos, en plena autonomía no monetaria sinembargo (pues otros compraban o ganaban dinero a nuestra disposición), los ires y venires de personajes y sucesos envolventes.

Sin saberlo, y en ello me ha auxiliado este texto, las aventuras de otros en espacios y lugares lejanos frente a retos inconcebibles a la par de ir conformando la personalidad de los involucrados habría de reflejarse en nuestra propia formación del carácter.

Si la vida es aventura en cuanto reto, que inicia fuertemente con la adolescencia y en principio de nuestra autonomía, la aventura es vida en cuanto que perfecciona nuestra personalidad introduciéndonos en los temas, y sus consecuencias, más apasionantes de la vida: ¡de la de cada uno que se ve reflejado en sus páginas".

El reto de este texto, al inicio, se presenta como la escalada en una montaña. Al finalizar su lectura, no demorada por el adecuado número de cuartillas presentes en él, podemos apreciar el recorrido desde la cima facinándonos de los recobecos y planicies, valles y pendientes, por las que hemos transitado para llegar a ser quienes somos con el invaluable apoyo de aquellos que, precediéndonos en el camino, nos han dejado pistas en cuentos, novelas, remembranzas, diarios, bitácoras o demás instrumentos que nos sirven para seguir las huellas de ese camino que tanto fascina a Bilbo y que le invitan, a pesar de los años y el cansancio, a salir a la búsqueda de todo aquello que nos espera cuando somos capaces de ver más allá de nosotros mismos.

¡Gracias a todos por compartir esta aventura, gracias por recorrer conmigo este camino!

Para a quien el texto le interese:

GARCÍA DOMINGO, Guillermo., La escuela de la aventura., Colección SINERGIA., IMDOSOC., 2004., España., 89





2 comentarios:

  1. Muchas felicidades por tus recien cumplidos 100 post. He de decirte que tu blog es para mi el digestivo para mi lectura cibernautica, se lee despacio y se disfruta, se procura mantener en juego todo todos los sentidos para sacarle el mejor provecho.

    En cuanto a la aventura que planteas, la comparto y te agradezco el compartir.

    Te mando un fuerte abrazo

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  2. Gracias Rober por tu constante visita y comentarios.

    Saludos hasta allá!

    H

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Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?