martes, febrero 17

31 días

Han transcurrido 31 días, puede que sea poco para algunos. Para nosotros han sido días diferentes, completos, llenos de vida...en los que los pendientes, la vida cotidiana, buscan hacerse su lugar en medio de nuestra existencia. Poco a poco la vida, los momentos, tienden a acomodarse, a perfilarse, a definirse.

Hoy cada uno de nosotros ha expresado agradecimiento por estos días, por estas horas...los primeros días y las primeras horas realmente de nuestra propiedad. Recuerdo que un amigo decía que dar la vida por otros es ofrecer el tiempo que se nos ha dado sin reserva, ahora lo he comprendido. Hemos dado nuestro tiempo, de cada día y hora, a pesar de la distancia por este sueño nuestro, por esta meta que hacemos realidad al abrir los ojos en el inicio del día y al cerrarlos al final de la jornada. Somos motivo suficiente, pero no condicionante, para afrontar el tiempo que a veces se nos coloca como a contrareloj.

Hoy, en este nuestro primer mes juntos, recuerdo con emoción y transcribo algunas de las frases de Octavio Paz, en "La llama doble", que más me han impactado y que por lo menos para mí se relacionan fuertemente a esta vida que ahora ambos gozamos intensamente:

"[...] El amor mezcla la tierra con el cielo: es la gran subversión. Cada vez que el amante dice: te amo para siempre confiere a una criatura efimera y cambiante dos atributos divinos: la inmortalidad y la inmutabilidad. La contradicción es en verdad trágica: la carne se corrompe, nuestros días están contados. No obstante, amamos. Y amamos con el cuerpo y con el alma, en cuerpo y alma".

"No sólo sabemos que vamos a morir sino que la persona que amamos también morirá. Somos los juguetes del tiempo y de sus accidentes: la enfermedad y la vejez, que desfiguran al cuerpo y extravían el alma. Pero el amor es una de las respuestas que el hombre ha inventado para mirar de frente a la muerte. Por el amor le robamos al tiempo que nos mata unas cuantas horas que transformamos a veces en paraíso y otras en infierno. De ambas maneras el tiempo se destiende y deja de ser una medida. Más allá de la felicidad e infelicidad, aunque sea las dos cosas, el amor es intensidad: no nos regala la eternidad sino la vivacidad, ese minuto en el que se entreabren las puertas del tiempo y del espacio: aquí es allá y ahora es para siempre. En el amor todo es de dos y todo tiende a ser uno".


Hoy en este día, reafirmo también que tú eres la respuesta con la cual puedo encarar mi destino pues el amor que siento por ti me plenifica, me impulsa, me guía, me lleva a desear algo que se renueva constantemente, a ser lo mejor que puedo y quiero. ¡Gracias!.

1 comentario:

Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?