miércoles, abril 6

49 relatos y 14 predilecciones


Foto obtenida de http://www.ithl.org.il/author_info.asp?id=141

 

Supe de Keret, al igual que Pavic´ , por la cápsula de @pepegordon en primer instancia (clic aquí), pero en último término por la posibilidad que ví de una breve historia, para la creación de un proyecto de promoción literaria que la circunstancia ha relegado al terrreno hipotético de lo que pudo ser y no ha sido. Por ambas razones, la cápsula y el taller frustrado, me dí a la tarea de acechar a sexto piso, con tal de hacerme de un ejemplar. 

Me encontré así, de repente, con un prometedor escritor a quien me atrevo a recomendar, y en el que he reencontrado el gusto por el cuento como género literario clasificable (ver post al respecto), en los árduos e intrincados ámbitos de clasificación hectorsampierirubachianos, como hobby reflexionante y ampliamente disfrutable. 

Pero no es un simple gusto, no es una moda pasajera como paseo de producto por centro comercial en sus diversas representaciones, pues en “Extrañando a Kissinger”  he encontrado el reflejo de la novela al concatenarse las historias cuenteadas, sin mayor vinculación que ser en sí mismas obras de la misma pluma. 

Una historia te lleva a la otra y, aunque una existe independientemente de otra, la segunda siempre se revela como derivación de algo que no tiene nada que ver con lo que ahora se manifiesta a los ojos del ávido lector quien no puede dejar de reconocer que: la fascinación de un cuento es directamente proporcional a la fascinación experimentada por la lectura del cuento que antecede a lo que ahora maravilla. Espejo sobre espejo que genera miles de imágenes posibles, relacionadas a un patrón caprichoso que bien puede no manifestarse si así le da la gana, frágiles veletas de un autor nos revelamos los lectores ávidos de nuevas formas de contar las mismas historias de siempre. Vanidad de vanidades literarias, corrigiendo hoy al Eclesiastés. Círculo infinito que empieza en uno y termina en otro, ayudado por quien escribe, a miles de kilómetros de distancia, en una tarde israelita que se manifiesta en no pocas páginas reflejando su cultura y su modo de experimentar la vida del día a día.

Como lector curioso es imposible no fascinarse por la secuencia que puede sugerirnos una frase, una situación, a veces una sola palabra, y hasta la idea que el protagonista no revela pero el lector intuye en cada clave revelada que se rehusa a revelarse plenamente. Misterio dentro del misterio, semilla dentro del origen. Ir y venir, venir e ir, huevo y gallina. Gallina y misterio, alterando los huevos de quien se precia hombre culto. Escritor desafío, cuento articulado, condena en redención, redención en castigo. 

Keret se me revela como el maestro de la asociación libre de todo lo que hasta hoy he leído. “X” facilita “Y” que, a su vez, permite “P” y sugiere entonces la posibilidad de “Z” puentéandose así a “W”; brindando espacio a la respiración que, sumada a lo anterior, recrea “T”  y se resume, todo, en “D”, sin negar la posible derivación en “L”…y aunque uno, simple lector y escribidor incipiente, es incapaz de observar la relación lineal entre “X” y “L”, intempestivamente estalla en nuestro rostro “U”, como la conclusión de todo el camino de la misma manera en que la granada suele “brincar” en manos del soldado inexperto y/o descuidado revelándole su falta de pericia en el límite de la experiencia vital. Demasiado tarde, horizonte en el horizonte.

He hablado antes de la primacía de la forma en la narración y me parece que Keret alcanza doctorado en este acto de cambiar, renovarse, adecuarse, pero sin perder la esencia que como escritor le brinda sustancia. 

Entre los relatos disfrutados, éstos han dejado particular huella y entre toda la recomendación me atrevo a sugerirlos como puntos de visita obligatoria al escritor: 

  • Romper el cerdito,
  • Cumpleaños sin mago, 
  • El truco del sombrero, 
  • Un agujero en la pared, 
  • Un cuadro, 
  • Mi hermano está deprimido, 
  • La triste historia de la familia Nemalim,
  • Listo para disparar,
  • La novia de Korbi,
  • Buenas intenciones (una verdadera joya, y "el cuento" de Keret, para mí), 
  • Que se mueran,
  • La pasta de la que están hechos los sueños,
  • Los Santini voladores
  • Las aventuras de Gdidin contra el espionaje
 Espero que quien esto lea pueda hacer también su listado de predilecciones, aunque es difícil elegir y en ocasiones como ésta es hasta un arte poder clasificar los gustos. ¡Suerte!

A quien esto interese: 

KERET, Etgar., "Extrañando a Kissinger"., Trad. Ana María Bejarano., 2a. Edición., Ed. Sexto Piso., 2009., p. 205., ISBN 978-607-7781-00-4

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