lunes, junio 21

Una nueva despedida


¿Es que en verdad se vive aquí en la tierra?
!No para siempre aquí!
Un momento en la tierra,
si es de jade se hace astillas,
si es de oro se destruye,
si es plumaje de ketzalli se rasga,
!No para siempre aquí!
Un momento en la tierra.

Nezahualcóyotl 



Nuevamente la vida me recuerda, con un suceso cargado de sabor agridulce, lo corta que suele ser. Las circunstancias, paradójicamente, me obligan a despedirme a la distancia pero con la dicha de por lo menos acompañar el santuario que resguardó durante unos años, que parecen hoy tan pocos, el alma noble de un buen amigo. 

Siempre me pregunté el hecho de que para conmigo resguardaras y abrieras tanta confianza, me supiste un confidente en no pocos temores y compartiste sin reserva tus sueños y anhelos; los últimos, en aquella lejana noche  en el lobby de un hotel, donde demostraste tu convicción frente al destino incierto que te acechaba . Valoraré por siempre tu presencia y agradeceré a Dios la oportunidad de conocerte aquí aunque fuera, en el tiempo eterno de la historia, nuestra amistad un breve momento. Supiste ser un hombre firme en lo  tuyo, recuerdo la lucha por alcanzar a quien amabas frente a todo reto, obstáculo o circunstancia.

Mi querido amigo, descansa en Dios, que bien le mereces. Nosotros, con la Fe puesta en el horizonte, queremos alcanzarte. Y es grandioso, ¿sabes?, que ese instante haya podido coincidir con tu tiempo, con la plenitud de tu vida. Viaja ligero y ten presente a los que aquí seguimos. ¡Gracias!

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