martes, febrero 5

Las interrupciones viajeras

Se dice en el diccionario de la real academia de la lengua española que uno de los significados de la palabrá paréntesis tiene que ver, ajeno al elemento lingüistico y matemático, con la suspensión o interrupción de lo que está ocurriendo. Me parece que las vacaciones, o cualquier viaje de placer, es la suspensión ideal para la rutina; en un pequeño viaje emprendido con la idea de recrearse y descansar uno comprende la similitud con los dos pequeños signos de puntuación que enlazan una idea no necesariamente ligada a un texto.

Viajo mucho por el trabajo al que me dedico, y tengo pocas oportunidades de partir con la idea de disfrutar desde el instante mismo en que uno de mis pies da un paso separándome del contexto relacionado a la vida laboral o familiar y hasta el instante en que mis pies, conmigo encima, se dignan retornar.

Cuando viajo por mi gusto y gana pongo entre paréntesis todo aquello que no abona algo a la experiencia sinigual de irse para volver, pero volver transformado porque lo que se ha puesto entre paréntesis se ve con una nueva óptica...los viajes y las vacaciones que de ellos precisan revisten, así sea el más sencillo o complejo, de novedades y fascinaciones la vida misma.

Hoy en día viajar es por mucho más sencillo que hace años, sin embargo creo que pocas personas experimentan plenamente la experiencia completa y lo que ella significa. Muchos se trepan en aviones, no se suben cual seres humanos sino como bestias y las bestias trepan, y omiten maravillarse del hecho mismo de surcar las nubes; muchos atiborran los camiones y autos en las carreteras haciendo ante ellos invisible el paisaje que no puede dejar de conmover. Muchos consideran al viaje, presente en la idea de vacaciones fuera de la ciudad donde se habita, como una penosa molestia.

Los viajes implícitos en vacaciones son para mí como el paréntesis que se abre, da lugar a la recreación y disfrute y, después, el paréntesis que cierra y permite encapsular el recuerdo de unos días memorables, de unos instantes valiosos que habrán de acompañar el ritmo pesado y complicado de la rutina.

1 comentario:

  1. Tuve la fortuna de tener como profesor en la universidad al señor Agustin Melendez, digo fortuna porque en cada clase nos maravilla con tantas historias de sus viajes a los cuales nunca se refirio como la catedral de no se que.. el museo de no se donde.. la plaza de quien sabe que lugar, sino nos maravillaba con describirnos el suelo, las plantas, la tierra, los difentes arboles, el color, el olor, el cielo, los minerales, era tal su expresion y forma de describirlo que desde entonces, al lugar donde voy llega a mi recuerdo Agustin e intento inmediatamente enfocarme en lo que él hubiera disfrutado de ese paisaje...
    Disfrutemos lo maravilloso de este planeta...
    mirka

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Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?