martes, enero 1

Pues no llegó la última

Pero sí la primera entrada de este blog en este nuevo, recién salido del horno, 2013. 




¿Qué podemos esperar de este nuevo año que iniciamos? 

Generalmente en el mes de enero de cada año solemos mantener el optimismo por la esperanza de un nuevo ciclo, por la oportunidad de recomenzar. Los famosos propósitos de año nuevo son la expresión de dicha esperanza muchas veces no cimentada en la virtud de la perseverancia que nos permita materializar dicha posibilidad. La esperanza está fincada en la posibilidad, sin embargo requiere de nuestro compromiso y esfuerzo para poder convertirse en una realidad tangible. 

Muchas veces expresamos las esperanzas en sueños, y es necesario expresarla en metas, objetivos que no son otra cosa que sueños con fecha de cumplimiento. 

Para muchos sin embargo, una vez transcurrido medio año, la esperanza parece haberse extinguido y el anhelo de un nuevo año asoma a la puerta. Somos parecidos a las serpientes, queremos cambiar de piel de manera constante; dejar por ahí los restos y buscar algo nuevo. No estamos dispuestos a recomponer, a reconstruir; nos asusta la "rutina" de hacer nuestra vida día a día. Tememos ser co-creadores de nosotros mismos. Que este año nuevo nos permita reflexionar sobre esta necesidad de dejar la vida reptiliana y nos permita asumir la vida con plena conciencia sobre nuestra humanidad. Sobre las alegrías y las penas que, aunque no nos gusten, conforman la vida. 

Que este año nuevo nos permita materializar la esperanza y hacer de nosotros quienes podemos ser con aquellos que nos rodean y con los proyectos específicos que en muchos sentidos podemos realizar. 

¡FELICIDADES! 

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