domingo, noviembre 6

Poco más de un lustro

Visité un Durango diverso del que ahora tengo por destino; no es tanto tiempo, pero la violencia trastoca todo lo que alcanza. Perversa analogía de Midas pues en todo esto existe metamorfósis, pero el brillo reluciente no se encuentra por más que se busque.

Aquél era famoso por los alacranes, incluídos como artesanía; este también es famoso por sus alimañas, pero de ínfima ralea.

Aquella primera vez buscaba en el cielo los paisajes de fotografía de Figueroa y aquél viejo cine mexicano. Ahora estoy seguro que deberé volver a buscar en el cielo, pero tendré seguramente un clamor en los labios.

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