miércoles, noviembre 23

30 de 32





Hoy visitaré la entidad número 30 en mi recorrido personal por la República, no deja el tema de emocionarme y de maravillarme el hecho de que he tenido la oportunidad de andar por muchos lugares de mi País, conociendo a detalle lo que puede ofrecer a los visitantes y la gran riqueza cultural que poseemos. En la mira, aún quedan Zacatecas y Nayarit. Visitando nuestras similitudes también he podido encontrar nuestras diferencias; no dejo de admirar este gran conglomerado de tradiciones, de posturas, de perspectivas, de sentimientos, de emociones, de retos, de luces y sombras en el cual nos representamos a nosotros mismos. 

México es mucho más que la violencia que ahora nos azota, he podido descubrirlo gracias a esta vida itinerante. No todos tienen esa oportunidad y verdaderamente la agradezco y pongo al servicio, de mi trabajo y de mi proyecto de vida, este gran aprendizaje de los viajes dentro del viaje, como en un espejo que se pone frente a otro, la vida nos permite encontrar una conjunción de realidades. 

En esta ocasión visito La Paz, pondré los pies en Baja California Sur, la punta más distante en mi pobre percepción de aquél rincón donde hacen su nido las olas del mar; seguramente acá también las noches serán diluvio de estrellas pero de coordenadas distintas.