jueves, octubre 20

Ignorancia ante el terror

Vuelo  Cancún México
Por la mañana
18 Octubre

Hay cosas que simplemente no comprendo y que el hecho mismo de intentar entender me resulta un ejercicio por demás complicado. Regreso a casa en avión. He dedicado un buen rato del vuelo a la lectura pero algo interrumpió y no puedo más que tratar de elaborar lo que experimenté. 

Coincidió con el hecho de que pasaba el cambio de página, y elevara los ojos, con el momento en el cual el pasajero adelante mío se llevara la mano a la parte posterior de la cabeza con la intención clara de recargarse y obtener una postura más cómoda. Ví su anillo en el dedo índice; se ha quedado ya fijado en mi memoria. No por el material con el cual se ha elaborado, no por la composición artística de la pieza, sino por el grabado en el centro mismo del accesorio: ¡la esvástica nazi!

No es esta la primera vez que descubro este ícono en alguien más jóven que yo, ciertamente mi compañero de vuelo lo era. Sin embargo, en casa ocasión en que esto me ha sucedido, a veces por ejemplo lo he encontrado en las y los adolescentes que acuden a las conferencias  en las escuelas, no dejo de experimentar cierta sensación de vacío.

¿Cómo es posible que este ícono, con el sentido de supremacía aria claramente impreso, esté representado a la ligera como si fuera algo equivalente a cualquier otro adorno?

Encuentro entonces que en esta época mía se tiene harta carencia de significado; es este un tiempo en el que el sentido está arrancado, disociado, de los hechos  y situaciones que como humanidad hemos vivido y sufrido. No han pasado siquiera 80 años y la cultura se ha tornado permisiva frente a aquello que supuso, y puede volver a suponer, su propia destrucción. 

Este jóven que ahora tengo delante ¿sabrá lo que el símbolo significa? ¿tendrá alguna idea de la representación del mal, del terror mismo, que tan quitado de la pena porta?

No puedo concluir la intencionalidad, pues no me consta. Y tampoco puedo inclinarme a pensar ello de aquellos adolescentes que encuentran en este símbolo una manera de expresar su característica rebeldía. Pero el hecho de encontrarme con este símbolo, sacado de contexto, me revela la ignorancia y cómo el tiempo, sobre un hecho traumático, tiende a ir cerrando las heridas, a olvidar el riesgo de la muerte disfrazada de nacionalismo. 

Supongo que no es un tema de ideología sino de "moda". Esa "moda" pseudocultural que, por ejemplo, hace ícono de guerrilleros, que posiciona asesinos como paradigmas, que faculta la violencia como vía del cambio y de supuesta mejora, que no hace más que degradarnos. 

Puedo inferir, por último, que en el contexto de aquellas personas que se encuentran con este símbolo y lo incorporan de alguna manera a sus vidas, a su lenguaje y a su expresión, no existió nadie que orientara o advirtiera sobre la carga negativa que de suyo posee. 

¿Cómo poder inluenciar positivamente sobre la importancia de encontrarle el sentido a aquellos símbolos con los que nos iremos topando a lo largo del camino?