martes, agosto 5

Tierra de contrastes




Inauguro una nueva etiqueta en los post. Aprovechando mis constantes salidas procuraré brindar alguna estampa de los sitios que visito intermitentemente sin que esto sea labor de hacer una reflexión profunda y seria sobre el viajar. Ni soy Magris ni guía de turistas.


Hoy, después de dos años de ausencia, vuelvo a poner el pie en Oaxaca. Reencontrándome con mis propios pasos de un viaje que aún hoy aquí añoro. La primera impresión es que todo sigue igual, afinando la mirada se ve que el conflicto magisterial que todos recordamos sí modificó algo sobre la realidad impresa en mi recuerdo. En la ciudad se respira otro ambiente, una cierta tensión, se huele en el aire la agresión, y percatarse puede uno del daño provocado por gobiernos negligentes y pseudo maestros paleros de intereses monetarios, y los ciudadanos oaxaquenos como nomás mirando enmedio de la jauría.


Como muestra basta un botón. La ciudad está llena de grafiti, no de ese que proponen como espacio de expresión de las generaciones más jóvenes, sino esa marca de agresión y resentimiento social. El graffiti que aparece en las fotos no me agredió por la herejía teológica de alguien que repite frases que no comprende sino por el hecho de trazarse sobre cantera logrando así considerable inmortalidad. La culpa no creo sea tanto de quien traza las leyendas sino de quien no le enseñó a este anónimo crítico social que la historia que pisotea, vaya es como escupir para arriba, es la que ha permitido que su existencia se conjuge, ¿por qué les cuesta a algunos entender que la vida y su trascendencia se nos revela en cada espacio en cada rincón?...¿qué hemos dejado de hacer como sociedad para evitar transmitir el peso de nuestro pasado, la importancia de nuestra historia, la temporalidad que nos exige encontrar nuestro lugar en el cosmos?.

Dejo también otra foto de una leyenda que habla por sí misma.

Siempre he creído que esta tierra, tan representativa de nuestro país, es un sitio especial para admirar el contraste. Y helo aquí: ¡el contrapunto entre quienes asumiendo su historia caminan hacia adelante y quienes se esmeran, en anhelos revolucionarios estúpidos, en caminar hacia atrás en un vaivén constante!. Y los cerros que rodean Montealbán pueden preguntar al hombre que estos parajes habita ¿hasta cuándo?, ¿qué necesitas para comprender?...yo no supe que responder y con la cara llena de vergüenza me trepé al avión que me trajo de regreso.

1 comentario:

  1. el gran músico oaxaqueño Madeconio Alcalá, compuso lo que muchos oaxaqueños consuideran su himno, me ha toca escucharlo con banda de viento de las comunidades zapotecas, donde la gente se pone de pie y se quita el sombrero.

    Esa melodía de hermosa letra se llama "Dios nunca muere"

    el que no sabe de donde viene, no sabe para donde va.

    pobre Oaxaca, con esos gangster que tiene en su instituciones empezando por Ulises.

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Lo mío ya fue, ¿tú qué dices?