lunes, junio 30

La crónica de un instante

Una deuda conmigo mismo ha sido saldada. Tuve el tiempo de completar la lectura de una obra maestra de la narrativa mexicana del siglo XX, Farabeuf de Salvador Elizondo.

La contraportada nos presenta los comentarios de Eduardo Lizalde, de ello es necesario rescatar que:
...es como todos sus textos un producto de estilo y fractura absolutamente
atípicos y ajenos al de toda la literatura contemporánea en lengua española,
y a lo mejor en muchas otras.

Como constantes, a quienes ya hemos leído a Elizondo, se nos revelan algunos detalles. Esta presente la obseción de explicar al lector procesos ausentes de nuestro contexto, en este caso los métodos e instrumentos de cirugía o del arte fotográfico carente de la tecnología digital; se hace notar el mar y el manejo del tiempo, que va, viene, se destiende, se aplasta, se alarga, se comprime. Si considereba yo como un acierto el manejo de las escenas en Miscast, Farabeuf o la crónica de un instante es agotador en cuanto a la concentración que exige del lector para comprender la historia que se desenvuelve desde esquinas diferentes y se juntan al centro del relato, en el cúlmen de la historia.
Leer esta obra narrativa es como pelar una naranja, es decir, debes como lector ir arrancándole al autor los gajos para encontrar el sabor que ha dado a su obra, para llegar al centro y descubrir en una conjunción de sentidos a qué sabe la lectura que se ha iniciado con expectación.
No tiene demérito la historia, narrada en frío, sin piedad por el suceso agobiante en torno al cual se genera toda palabra, toda idea expresada; pero narrada con suma emoción, con tensión y con maestría, en cuanto lo que le sucede a los personajes al encontrarse con la prueba de la condición humana, en la qué, secretamente todos podemos jugar a ser verdugos o víctimas.
Cabe decir que esta novela valió al autor el premio Villaurrutia en 1965; y ha sido el segundo escritor, después de Paz, en haber recibido homenaje de cuerpo presente en Bellas Artes.
Para a quien esto interese:


1 comentario:

  1. Te recomiendo, aunque me imagino que ya lo leiste, la sección Cuaderno de Escritura de la Revista Letras Libres de junio, titulado Los trabajos y los días, sobre Salvador Elizondo.

    Un abrazo

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