jueves, julio 26

Restaurar el vínculo


http://apartededisney.com/2012/07/valiente-imparable-en-taquilla.html




Creo en la magia comunicativa que se esconde y se realiza en los cuentos de hadas. Me parece una de las grandes mecánicas de transmisión de conocimiento de la experiencia vital que la humanidad se ha dado a sí misma para resistir el paso de las generaciones. Primero los relatos se transmitían de modo oral, ahora con la cultura escrita de algún modo se preservan para resistir aún más el paso del tiempo.

Nuestra época, sin embargo, me parece que adolece de relatos nuevos, pareciera que sólo nos dedicamos a recrear la atención, masticando lentamente el aprendizaje proveniente de la fantasía; tratamos únicamente de aprovechar al máximo las viejas historias en cuanto piezas ya probadas, efectos ya considerados y sopesados. Pocos relatos actuales poseen una visión innovadora, que rescate lo propio de la naturaleza humana, fijándola en el tiempo, pero facilitando el diálogo entre nosotros, seres humanos del siglo XXI, y quienes vengan a ocurar el espacio que ahora, por un instante, es nuestro.

Por estas consideraciones fue un gusto enorme, en compañía de mi familia, poder ver "Valiente" de Pixar, una película que hace honor a su nombre. Si bien es una historia sencilla, más de uno me ha comentado que algo consideran que le faltó, me parece que es posible rescatar los beneficios de esta historia, en mi óptica, adecuadamente contada:

El rescate del matrimonio, varon y mujer, como punto de inicio de la familia.

La estructura familiar configurada por Mamá, Papá e hijos no es algo que aparezca ya en los medios de comunicación y en los mecanismos de expresión actual como un prototipo; antes bien, la cultura relativista en la que estamos, tiene por "políticamente correcto" presentarnos otros esquemas o configuraciones que pretenden estar a la par, respecto desarrollo y funcionalidad, de circunstancias con el concepto de familia. Concepto que debe defenderse y promoverse ante los embates que tratan de fincar una idea :¡todo es lo mismo! ¡no hay diferencia!. Ante ello urge, desde el ámbito cultural, brindar respuestas sólidas. Esta película cumple para mí dicha expectativa.

La presentación de la familia, consecuencia natural de la complementariedad del varon y de la mujer, por cierto bellamente abordada en la cinta, es uno de los logros de esta historia. No es la primera vez que Pixar nos presenta el prototipo de familia funcional como parte medular de la trama, pensemos por ejemplo en "Los Increíbles".

La presencia de la madre, origen de la vida fisica y emocional.

Entre todo el repertorio de personajes presentes en los cuentos de hadas la figura de la madre, que reune entorno a sí misma una gran carga emocional, es clave de interpretación de la historia y del contenido que ésta revela en su composición como pieza artística.

Uno de los elementos que podemos rescatar de la presencia de la madre en los cuentos de hadas es el doble juego entre la madre "buena", generalmente difunta, desaparecida, arrebatada de la vida del personaje principal, y la madre "mala", la que llega en lugar de la primera, y que encarnará regularmente al enemigo, la bruja que todo amenaza con corromper. Y a la que el personaje principal debe vencer. Un gran reflejo de la vida real; cuando la madre cumple las expectativas del hijo, y apoya su concreción, se le percibe como amable, por el contrario, al contradecir u obstaculizar las expectativas infantiles se le percibirá como perversa.
Es en el crecimiento, y en la maduración del yo, que podemos integrar las dos caras de la madre en un sólo ser. Aceptando que nuestro origen y nuestra madre posee ambas perspectivas. Los cuentos de hadas apoyan este proceso psicológico, normal y habitual.

Sin embargo, me parece que en "Valiente" se puede dar un gran apoyo a esta integración. Podemos ver directamente las "dos caras " de la Reina. Su lado "negativo" no es trasladado al personaje mágico que transforma la realidad, sino que se asume que efectivamente dicho personaje es completamente otro. La bruja es un hado del destino que, mediante un reto, busca la virtud en sus "clientes" de madera trillada. Bruja y madre amenazante de expectativas no son una sola cosa. Podemos observar a la madre amable, en los recuerdos de Mérida, y a la madre perversa, en la adolescencia, que quiere transformar a su hija en una versión de sí misma, situación que nuestro personaje no puede permitir por ello quiere disolver en lugar de resolver.

La madre es una sola, la historia lo permite y con ello seremos capaces de ver no sólo la transformación del personaje principal, sino que la propia madre se transforma al resolverse el conflicto. En este viaje de profundización, que los miembros de la familia viven a su manera, todos se "transfiguran". En la madre podemos observar esta realidad en el detalle del cabello y de su peinado: al principio aparecerá siempre sujeto y presentado en trenza, y después, al concluir la historia, aparecerá un peinado más libre, es un analogía de que los reencuentros, el diálogo, y la puesta en comun del proyecto familiar, que no niega la importancia de los miembros, nos permite mejorar. La familia como comunidad también puede madurar, puede y debe consolidarse.

La sintonía entre el proyecto familiar y el proyecto personal.

La necesidad de armonizar nuesta vida familiar con nuestros proyectos personales, y la posibilidad de lograrlo, me parece la conclusión medular de la cinta. En esta cultura en la que nos encontramos parece que la familia es un estorbo, una pesada piedra que impide la realización personal, una loza que hay que quitar y apartar de la vista a la brevedad. Es de valientes poder afirmar una postura conciliatora entre realidades que no son tan distantes como nos han vendido recientemente. La realización de los miembros es realización de la familia y la realización de la familia exige también que los miembros sintonicen sus intereses sin que tenga que negarse a nadie el derecho de ser quien desea ser. Pero la ventaja de una sintonía entre los proyectos,  como la que presenta la película, es que toda la comunidad familiar participa de su mejora cuando es consciente de aquellas tareas que le son inherentes y que ninguna otra institución puede realizar como ella. Todos pueden transformarse cuando viven en familia no como miembros agregados a un grupo sino como partes medulares de una comunidad particular.

La reconciliación, la restauración del vínculo, no sólo se refiere al perdón y a la paz y serenidad que este brinda, sino a la recomposición del tejido que nos ofrece identidad y pertenencia como ningún otro grupo humano.

Creo que puede aún reflexionarse mucho más sobre la película, me basta por el momento estos tres puntos que me permiten encontrar una novedad en los cuentos de hadas. La creatividad sigue presente y puede asombrarnos si somos un poco más "valientes".   

jueves, julio 19

Inversión librera



Imagen: http://www.gefor.4t.com/libros/libros.htm

La verdad es que uno avanza poco a poco. Los pasos cortos, aunque no significan gran distancia, permiten llegar más lejos pues bien dicen que vale más la prudencia que la impulsividad.

Pensaba en esto mientras, a lo largo de estas últimas semanas, me fue posible ir avanzando en la conformación de los planes magisteriales para las materias que habré de impartir en el próximo semestre. Pude lograr este avance con la pequeña biblioteca que tengo en casa y he visto una vez más los frutos del dinero, bien habido, transformado en papel.

A lo largo de la carrera, muchas veces a costo de oportunidad ante otras posibilidades, fui confeccionando la reunión de autores y temas que hoy por hoy, no sólo me permiten seguir activo profesionalmente, sino que continuan delineando mi formación.

Decía Sertillanges en "La Vida intelectual":

Es necesario leer inteligentemente, no apasionadamente. Hay que ir a los libros como una dueña de casa va a los mercados, una vez dispuesto el menú para el día de acuerdo a una sana higiene y prudente economía. 
Me parece que he podido hacer bien la tarea, y en mi percepción además he ido refinando el apetito. Antes pensaba que tenía pocos volúmenes, ¡había siempre que incrementar! Hoy me queda claro que tengo más de lo necesario, y que mucho de mi vida se irá con estos textos pues mucho poseen más de lo que yo puedo apenas develar en algunas y contadas claves.

Ha sido pues esta labor gradual por conformar un "corpus" una excelente inversión; me da gusto, pero también me compromete pues sé que debo hacer más para obtener mayor provecho tanto personal como profesional de cada párrafo que aún aguarda mi lectura, ¡hay tanto aún por meditar!

No tengo entre ellos predilectos, hay los que me apoyan en la aridez de la vida, los que retan mi cuarteada inteligencia, los que recrean y entretienen los momentos de ocio y descanso, los que acrecientan el espíritu y los que educan en la fe, dicho sea de paso, que mucho me hace falta.

Hoy me ha llegado el día, tal vez como inspiración, para sumergirme a profundidad en la inversión librera que he realizado. Me propongo firmemente, por el momento, posponer la adquisición de nuevos textos. No habré de comprar un sólo libro de ahora en adelante por un buen lapso de tiempo. Desde luego siempre estarán las puertas abiertas de la generosidad de la familia y de los amigos.

jueves, julio 12

Crónica atrasada de un funcionario de casilla

No he querido publicar en forma previa este entrada aunque la he pensado desde el 1ero de Julio. Y no lo he querido hacer antes por todo el vaivén al que nos han sometido después de las elecciones, pero creo que si no lo hago ahora se quedará el post en el éter. Sirva esto para, de mi parte, cerrar el tema electoral pues considero que los ciudadanos ya hemos tenido suficiente y aunque algunos se esmeran en seguir y seguir, como en aquél comercial de pilas de hace unos ayeres, es necesario dar cauce a la vida cotidiana y ampliarla más allá de los asuntos político-económicos-sociales. ¡Mira que hay mucho mundo allá afuera como para perder el tiempo con tanto asunto electorero! 

Me levanté temprano con la idea de poder estar por lo menos 10 minutos antes de las 8. Para mi sorpresa al llegar ya había ciudadanos formados. Y me supuse que la presión por abrir, aunque la ley nos indica hacerlo a las 9:00 de la mañana, iniciaría. No me equivoqué. La gente que quiso "madrugar" quería votar desde las 8 y podría hacerlo hasta dentro de una hora. Hubo muchas quejas surgidas del desconocimiento de los tiempos de ley. Creo que en eso influyeron los medios pues mandaron el mensaje que la votación iniciaba a las 8. En general, creo que como ciudadanos nos preocupamos poco por poder prepararnos adecuadamente en torno a nuestras responsabilidades. 

Nosotros, por lo menos, a diferencia de las otras casillas en la misma ubicación, pudimos iniciar a las 9:00. La presencia de cuatro casillas en un sólo espacio físico generó considerable confusión. Fue divertido observar la discusión de los presidentes de las casillas por el reparto físico del espacio. Había dos pequeños salones en la especie de cochera en que nos encontrábamos. Por un lado, dos casillas básicas de la letra A a la letra K, una para votación federal (la mía) y una para votación local, y enfrente detrás de un espejo (que nos dio más de un problema) estaban otras dos casillas denominadas "contiguas" para el resto de las letras del abecedario. Aunque colocamos el cartel con la indicación pocos le dieron importancia. Llegaban a donde veían fila, como si regalaran algo, y esperaban a que alguien les dijera que era del otro lado.  

Al principio, en el montaje, los presidentes de las casillas trataron de organizarse mejor. Pensé en Napoléon "Cuando quiero que un asunto no se resuelva lo encomiendo a un comité". Eran 4 y no podían ponerse de acuerdo. Al final nos quedamos donde habíamos previsto y pudimos iniciar puntualmente como he dicho. Pero las otras casillas se atrasaron y eso, a la larga, incremento los reproches de los "madrugadores". 

Las primeras dos horas y media no paramos ni un minuto, entre que le íbamos agarrando ritmo, entre que las boletas eran "indespegables" de los folios, entre que había que orientar a quienes llegaban, el tiempo consumía la jornada. Mucha preocupación entorno al lápiz pero poco oído para seguir instrucciones. Y además, el presidente de mi casilla en lugar de clarificar, ciertamente complicaba. Eso nos complicaba un poco a todos lo que teníamos que hacer. Muchos ciudadanos me parecieron niños pequeños que debe uno llevar de la mano al baño (analogía de la mampara ciertamente); creo que aunque hagamos mucho una misma conducta, pues fueron pocos los electores de "primera vez", tendemos a no recordar la secuencia lógica del proceso que ya hemos hecho antes. 

Se nos fue la luz, lo que en sí mismo se veía como una molestia. Gracias al apoyo de mis hijos que presurosos nos trajeron unas lámparas sordas salimos al paso del incidente. Ni la lluvia nos detuvo y vaya que llovió con fuerza. Pocos incidentes, entre ellos un mocoso "comprometido con la democracia" que llegó insultando y tomando fotos cuando se le solicitó no hacerlo. Me queda claro que la amabilidad a veces está peleada a muerte con la diferencia. En este caso, me compadecí pues "la mula no era arisca pero los palos la hicieron así". 

Fue un día largo, más de 12 horas. Muy cansado ciertamente, no encontré el consuelo de la democracia ni el ánimo en los ciudadanos, puede que haya sido más un cansancio emocional que físico. Sé que hoy me pensaría dos veces volver a participar, aunque me tachen de lo que gusten, quien ha vivido la faena sabe el sudor que produce la cosecha. Concluyo la experiencia con la reflexión de que debemos reforzar mejor los mensajes que buscan orientar al ciudadano, entre muchas cosas, destaco lo siguiente: 

  1. En una elección presidencial muy probablemente tendrá que votarse también por autoridades locales. Son dos procesos distintos, uno federal y otro local, en un lado se vota por presidente y en otro por jefe de gobierno. Pareciera de risa, pero si supieran mis tres lectores el número de veces que tuve que precisarlo seguro es que no me lo creerían. 
  2. Hay que entregar la credencial a la mesa mientras se vota, para eso sirve la credencial además de ser identificación oficial. Es el momento culmen de la misma, ¡no se lo nieguen!. Ciudadanos: ¡no se las robaremos ni clonaremos como si fuera tema bancario!. Ustedes van a la mampara, votan, van a la urna, entregan las boletas en las mismas y pasan por su credencial. El tiempo que la tendrá el funcionario de casilla será exactamente proporcional al que tú, como ciudadano, te tardes en votar y en depositar en la urna. 
  3. Ciudadanos se les tiene que poner la tinta en el dedo, y se debe poner bien. Huele mal, todos lo sabemos. Se ve mal, todos lo sabemos. Pero parece que pocos sabemos que es forzoso este paso dentro del proceso y que por más que quiera uno evitarlo se tiene que hacer.
  4. La fila es un concepto más antiguo que el tema del voto. ¡Ya deberías saberlo, ciudadano! Las filas tienen una lógica: ¡esperar turno!. Ahórrate la pena de que te manden al final. No hay apartados como en el cine, no es el mercado, no es tu comadre quien te pide que te ordenes. 
  5. Ciudadano que piensa rayonear la boleta y votar en blanco con leyendas, frases Bíblicas sacadas de de contexto y demás sarta de excentricidades, tengo algo que decirte: ¡ninguno de nosotros leyó tus palabras! los rayoneos son votos nulos, se cuentan y van al sobre. No se tiene tiempo para tus reclamos, y sí además, nadie impugna la casilla los paquetes electorales no se abrirán y tus palabras están condenadas a la eterna indiferencia del sistema. No sirve de mucho esta estrategia por más que los "intelectuales" "comentaristas" "politólogos" y demás especies de "relieve" defiendan el voto en blanco, no es trascendente pues.   
  6. Partidos políticos, si no van a poner representante en nuestras casillas es su problema. Sería más lógico, además, colocar observadores en el proceso federal que en el local. (Con nosotros había un sólo partido, el PT, y en la elección local, que no estaba en modo alguno reñida, pues todos sabíamos que ganaría Mancera, había 5 representantes). Además, podrían poner un representante, e inscribir a esta persona, tanto en el IFE como en el IEDF para que puedan votar en una sola casilla. 
  7. Partidos políticos si así como ustedes se organizan, se organizan nuestros gobiernos es posible comprender lo que nos toca vivir día a día. Increíble que no puedan entender el flujo del proceso al que ustedes se deben. Sorpresivo que los ciudadanos, aunque no sean funcionarios de casilla, conozcan mejor que ustedes el proceso de votación. Inviertan en la capacitación de sus representantes de casilla. No es ¡enchílame la otra!
Creo que con esto queda englobada la experiencia, la tendré siempre presente. 

jueves, julio 5

Me sumo al juramento antimodernista

"Yo, Héctor Sampieri Rubach, abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado, principalmente los textos de doctrina que van directamente dirigidos contra los errores de estos tiempos.
En primer lugar, profeso que Dios, principio y fin de todas las cosas puede ser conocido y por tanto también demostrado de una manera cierta por la luz de la razón, por medio de las cosas que han sido hechas, es decir por las obras visibles de la creación, como la causa por su efecto.
En segundo lugar, admito y reconozco los argumentos externos de la revelación, es decir los hechos divinos, entre los cuales en primer lugar, los milagros y las profecías, como signos muy ciertos del origen divino de la religión cristiana. Y estos mismos argumentos, los tengo por perfectamente proporcionados a la inteligencia de todos los tiempos y de todos los hombres, incluso en el tiempo presente.
En tercer lugar, creo también con fe firme que la Iglesia, guardiana y maestra de la palabra revelada, ha sido instituida de una manera próxima y directa por Cristo en persona, verdadero e histórico, durante su vida entre nosotros, y creo que esta Iglesia esta edificada sobre Pedro, jefe de la jerarquía y sobre sus sucesores hasta el fin de los tiempos.
En cuarto lugar, recibo sinceramente la doctrina de la fe que los Padres ortodoxos nos han transmitido de los Apóstoles, siempre con el mismo sentido y la misma interpretación. Por esto rechazo absolutamente la suposición herética de la evolución de los dogmas, según la cual estos dogmas cambiarían de sentido para recibir uno diferente del que les ha dado la Iglesia en un principio. Igualmente, repruebo todo error que consista en sustituir el depósito divino confiado a la esposa de Cristo y a su vigilante custodia, por una ficción filosófica o una creación de la conciencia humana, la cual, formada poco a poco por el esfuerzo de los hombres, sería susceptible en el futuro de un progreso indefinido.
En quinto lugar: mantengo con toda certeza y profeso sinceramente que la fe no es un sentido religioso ciego que surge de las profundidades del subconsciente, bajo el impulso del corazón y el movimiento de la voluntad moralmente informada, sino que un verdadero asentimiento de la inteligencia a la verdad adquirida extrínsecamente, asentimiento por el cual creemos verdadero, a causa de la autoridad de Dios cuya veracidad es absoluta, todo lo que ha sido dicho, atestiguado y revelado por el Dios personal, nuestro creador y nuestro Señor. Más aún, con la debida reverencia, me someto y adhiero con todo mi corazón a las condenaciones, declaraciones y todas las prescripciones contenidas en la encíclica Pascendi y en el decreto Lamentabili, especialmente aquellas concernientes a lo que se conoce como la historia de los dogmas.
Rechazo asimismo el error de aquellos que dicen que la fe sostenida por la Iglesia contradice a la historia, y que los dogmas católicos, en el sentido en que ahora se entienden, son irreconciliables con una visión más realista de los orígenes de la religión cristiana.
Condeno y rechazo la opinión de aquellos que dicen que un cristiano bien educado asume una doble personalidad, la de un creyente y al mismo tiempo la de un historiador, como si fuera permisible para una historiador sostener cosas que contradigan la fe del creyente, o establecer premisas las cuales, provisto que no haya una negación directa de los dogmas, llevarían a la conclusión de que los dogmas son o bien falsos, o bien dudosos.
Repruebo también el método de juzgar e interpretar la Sagrada Escritura que, apartándose de la tradición de la Iglesia, la analogía de la fe, y las normas de la Sede Apostólica, abraza los errores de los racionalistas y licenciosamiente y sin prudencia abrazan la crítica textual como la única y suprema norma.
Rechazo también la opinión de aquellos que sostienen que un profesor enseñando o escribiendo acerca de una materia histórico-teológica debiera primero poner a un costado cualquier opinión preconcebida acerca del origen sobrenatural de la tradición católica o acerca de la promesa divina de preservar por siempre toda la verdad revelada; y de que deberían interpretar los escritos de cada uno de los Padres solamente por medio de principios científicos, excluyendo toda autoridad sagrada, y con la misma libertad de juicio que es común en la investigación de todos los documentos históricos ordinarios.
Declaro estar completamente opuesto al error de los modernistas que sostienen que no hay nada divino en la sagrada tradición; o, lo que es mucho peor, decir que la hay, pero en un sentido panteísta, con el resultado de que no quedaría nada más que este simple hecho—uno a ser puesto a la par con los hechos ordinarios de la historia, a saber, el hecho de que un grupo de hombres por su propia labor, capacidad y talento han continuado durante las edades subsecuentes una escuela comenzada por Cristo y sus apóstoles.
Prometo que he de sostener todos estos artículos fiel, entera y sinceramente, y que he de guardarlos inviolados, sin desviarme de ellos en la enseñanza o en ninguna otra manera de escrito o de palabra. Esto prometo, esto juro, así me ayude Dios, y estos santos Evangelios"
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